Sobre la trata de personas en México

Cultura de la transparencia

La trata de personas se presenta cuando una persona promueve, solicita, ofrece, facilita, consigue, traslada, entrega o recibe, para sí o para un tercero, a una persona, por medio de la violencia física o moral, el engaño o el abuso de poder, para someterla a explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre, o a la extirpación de un órgano, tejido o sus componentes.

La trata de personas es un fenómeno muy antiguo, conocido como una forma de esclavitud mediante la cual, las personas se convierten en mercancías, se origina por la discriminación hacia los seres humanos que se consideran inferiores entre ellos, a las mujeres, los niños y las niñas, quienes han sido y siguen siendo, las principales víctimas de la explotación sexual y laboral.

Si bien la trata de personas es un tema que en la actualidad ha tenido un impacto más fuerte por los diversos movimientos que buscan erradicar la violencia contra la mujer, el mismo no es un tema ajeno, puesto que anteriormente la trata de personas se veía disfrazada de costumbres; esto es así, puesto que los padres llegaban a acuerdos para poder casar a sus hijas, mediante la obtención de algo a cambio, como lo eran recibir gallinas, vacas o una cantidad de dinero, sin importar si las mujeres estaban de acuerdo con ese matrimonio.

La trata de personas, es considerada un problema dentro de  la violencia de género; puesto que se violentan los derechos fundamentales de las mujeres y niñas que son víctimas de este delito.

Según los datos, México pasó de 415 víctimas de trata en 2015 a 550 en 2020, siendo esta la cifra más alta en la historia reciente del país. De 2016 a 2018, los promedios eran de poco más de 300 casos; el aumento comenzó a verse a partir de 2019 (544).

La trata de personas no solo tiene fines de explotación sexual, puesto que en algunos caso, las mujeres son sometidas a trabajos forzosos, bajo condiciones deplorables; pues no podemos olvidar los casos acontecidos recientemente en donde mujeres que son sometidas a trabajos forzosos y en condiciones deplorables logran escapar y demostrarnos que aquello que considerábamos solo podía pasar en las películas se ha vuelto una realidad en México.

Sin soslayar los esfuerzos de nuestras autoridades en contra de la esclavitud y en particular de la trata de seres humanos principalmente mujeres y niñas para el comercio sexual o laboral, que ha propiciado convenciones y tratados internacionales, tenemos que reconocer que a pesar de estos cambios legales, la condición de las mujeres y de las niñas continua siendo de desigualdad y de discriminación en México, ya que aún enfrentamos creencias y prejuicios construidos en una cultura que sigue justificando y tolerando la discriminación y la violencia hacia ellos.

El Estado Mexicano debe crear políticas públicas, que combatan con mayor eficacia la trata de personas y la violencia de género cometida en contra de las mujeres y niñas.

*IR