Mitos y hechos

Mitos y hechos

VENDIMIA POLÍTICA. Como recordaremos, la semana pasada se generó un sisma en la Fiscalía Especializada Contra la Corrupción que propició la destitución de muchos funcionarios. El caos y la polvadera que se causaron no permitieron ver con claridad lo que  estaba pasando; sin embargo, fuentes cercanas a esa dependencia nos comentan que el hermano incómodo y gente cercana al 1, que ya no sabemos si es el 2, de la gubernatura del Estado, habían repartido impunidad y recursos económicos a quienes se quedarían al frente de la FECC, incluido desde luego y en primer lugar al destituido vicefiscal Edgar Rodolfo Núñez Urquiza, a quien se acusa de traición. La intención de los secuaces del Cuau, era tomar en sus manos la FECC y comenzar a hurgar entre los expedientes para desaparecer toda evidencia que hubiese contra el originario de Tepito, pero más tardaron en mostrar sus negras intenciones, que en que fueran corridos a patadas de ese lugar. Al no lograr su cometido, ahora el desgobernador, acusó que los nuevos a cargo de la FECC se llevaron expedientes, pero, en todo caso ¿cómo es que el gobernador tendría acceso a esa información, cuando se trata de un organismo autónomo ajeno al Ejecutivo estatal? Como sea les arruinaron su teatrito y hoy dan pataletas de berrinche.

¡QUÉ MIEDO! Hoy se cumplen 38 años de aquel sismo que sacudió el corazón de nuestro país, la Ciudad de México, pero también seis años del terremoto con peores afectaciones que ha registrado el estado de Morelos en la época moderna. A pesar del desastre provocado por el temblor de septiembre del 2017, fue hasta el 11 de febrero de 2022, cuando el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) inició operación en el estado de Morelos, donde, potencialmente, casi 2 millones de personas podrán recibir los avisos de Alerta Sísmica. Cabe decir que, el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, la Asociación Civil encargada de operar el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), instaló en la ciudad de Cuernavaca la Estación Central para la operación de la Alerta Sísmica en el estado, así como 2 transmisores NOAA, ubicados en el Chichinautzin y El Zapote (Tizapotla) para la transmisión de la señal de esta. No obstante, falta mucho por lograr al respecto. Recientemente el ayuntamiento de Cuernavaca informó que no tienen recursos suficientes para la adquisición de las alertas sísmicas. Queda claro que, al encontrarse los poderes del estado en la ciudad capital, la colocación de este tipo de alertas es una responsabilidad compartida entre el ayuntamiento y el gobierno del Estado, pero como bien sabemos, el gobierno que encabeza Cuauhtémoc Blanco, le apuesta al fracaso de Urióstegui Salgado.

INCAPACES. Hace menos de dos meses, durante la celebración de un baile en uno de los barrios de Tlayacapan, fueron ultimados a balazos dos vecinos del lugar y aunque se pidió el auxilio de los elementos de seguridad pública municipal, cuya corporación se encuentra a unos pasos del lugar, estos nunca llegaron. Por eso, en esa ocasión los vecinos se manifestaron e incluso retuvieron a cuatro policías. Entonces, las autoridades municipales y de la Comisión Estatal de Seguridad, manifestaron que reforzarían la protección de las familias de ese lugar y hasta el ejército tendría mayor presencia, pero lamentablemente la situación continúa y ahora llegó hasta las puertas del alcalde del lugar, Eduardo Campos Allende, quien además no reportó nada a la Fiscalía hasta un día después de los hechos. Este municipio es uno más de los adheridos al mando coordinado que, de plano ha mostrado gran incapacidad para atender los temas de seguridad de todo el estado. Pero, la culpa es del Fiscal.

POR FIN. Finalmente, y después de concluir todo el proceso legislativo que por ley se debe seguir, la UAEM, ya cuenta con un presupuesto digno que, desde luego entrará en efecto a partir del 2024. Después de mucho tiempo, ahora sí el presupuesto pasa de 2.5 a 3.5 del paquete económico del Estado para el próximo año. El mérito no es ni del gobernador, ni de su secretario de Educación, mucho menos de los diputados que “jalan” con el Cuau; el mérito es de quienes tuvieron el valor de insistir en esta partida presupuestal justa para la Máxima Casa de Estudios.

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