Todo es culpa del fiscal

Mitos Y Hechos

TODO ES CULPA DEL FISCAL. Tan sólo ayer coincidieron en informar el rector de la UAEM, Gustavo Urquiza y el director del Instituto de Educación Básica del Estado (IEBEM), Eliacín Salgado de la Paz, que al menos tres instalaciones educativas sufrieron robos durante el periodo vacacional. En el caso de la UAEM, se trató del robo en la Unidad Académica del Jicarero, en Jojutla, mientras que de parte del IEBEM se reportaron situaciones similares en la primaria Lázaro Cárdenas de Acatlipa y en la Secundaria técnica 23 de la colonia Antonio Barona de Cuernavaca. Pero bueno, la culpa de todo esto es del Fiscal detenido por no implementar una buena investigación. A la Comisión Estatal de Seguridad que encabeza el almirante José Antonio Ortiz Guarneros ni la molesten porque no tiene elementos, no tiene recursos, no tiene estrategia y mucho menos ganas de hacer su chamba. El helicóptero se ve bien bonito cuando sobrevuela las zonas en donde se suscitan muertes violentas o robos, aunque no haya un sólo detenido en flagrancia. En fin, todo es culpa del Fiscal Uriel Carmona.

ENTRE LA BASURA. Durante la actual administración estatal poco o más bien nada se ha hecho para clausurar los tiraderos a cielo abierto que proliferan en todo el territorio morelense. Desde el Norte del estado, hasta el Sur y por todos los rincones de esta hermosa tierra la basura se va extendiendo por bosques, zonas de cultivo, barrancas, minas, zanjas, ríos, lagunas y por donde quiera que voltee uno. En la entidad, la dependencia encargada de trabajar en contra de la instalación de tiraderos a cielo abierto es la Secretaría de Desarrollo Sustentable, que encabeza el exdiputado José Galindo Cortés, pero no han hecho nada desde que inició esta administración con Constantito Maldonado Krinis, al frente de esa dependencia. Por eso, lo sucedido hace unas semanas con el incendio del basurero en la mina de Tezontepec en el municipio de Jiutepec, tiene similares condiciones a lo registrado este lunes en la mina ubicada en Tezoyuca, municipio de Emiliano Zapata. Se trata claramente de minas que se convirtieron en basurero al amparo o por la omisión de las autoridades estatales a quienes no les ha interesado el tema. Esto también ha sucedido en tiraderos de la zona Sur y del Oriente de la entidad causando graves daños al medio ambiente y desde luego en la salud de los habitantes que tienen la grave necesidad de vivir en las cercanías de esos espacios de manejo de residuos sólidos ilegales. Sería bueno que los diputados locales llamen a cuentas al titular de Desarrollo Sustentable, para saber si algo están haciendo al respecto.

MEJOR SOLOS. Para el presidente de Cuernavaca José Luis Urióstegui, aplica muy bien aquel conocido refrán que dice “más vale solo que mal acompañado”, sobre todo en el tema de la seguridad, pues a pesar de todo y contra todo se ha mantenido siendo el único alcalde la entidad que no se ha sometido a los caprichos del gobernador Cuauhtémoc Blanco y de su comisionado de Seguridad, José Antonio Ortiz Guarneros. Si bien las cosas no han sido del todo halagüeñas tenemos que reconocer que se han dado importantes pasos. En todo el estado, se supone que la CES tiene distribuidas alrededor de 400 cámaras de video, no las dos mil que prometió Graco Ramírez, ni las que iba a alcanzar El Cuau, aunque de esas 400, menos de la mitad son las que funcionan y casualmente cada que sucede algún hecho delictivo no funcionan o de plano están fuera de red. El C5 así como otras obras realizadas durante la administración anterior también se ha convertido en un elefante blanco, porque su operatividad es francamente nula. Por eso, es un gran acierto del edil capitalino, instalar su propio C4 desde donde se tendrá un monitoreo mediante 98 cámaras iniciales, a las que se sumarán casi 500 cámaras más de vecinos de esta ciudad. Será importante la labor de este centro de operaciones en materia de seguridad, porque seguros estamos que sus resultados serán mayores a los del famoso C5 de la CES que hoy por hoy no sirve para nada.

COMO EN FERIA. Año con año se viven diversos conflictos por la celebración de la Feria de Tlaltenango en esta ciudad capital, conflictos que se van agudizando y que en este año tomaron un tono aún más de cuidado. Sin embargo, se tienen que considerar algunos elementos importantes. Se trata de una festividad religiosa, en donde estrictamente no deben participar autoridades gubernamentales de ningún tipo, hablando estrictamente de la fiesta católica. En este mismo marco, la celebración no debía salir siquiera de las paredes del recinto religioso, es decir de la parroquia. Si lo importante del evento es la celebración religiosa, lo menos importante sería que se instalen puestos de venta en la principal vialidad de acceso a la ciudad capital. Sin embargo, todo lo anterior queda rebasado cuando los intereses económicos son más fuertes que el motivo religioso de una fiesta.

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