Cápsulas / Una tarea inconclusa

A media palabra

A pesar de nuestros antecedentes y esfuerzos, de nuestra filosofía y de nuestras causas, a mi leal saber y entender, nos falta algo, nos falta la esencia de la vida a sabiendas de que la vida es abundante en todas y cada una de sus expresiones. Habitamos un mundo abundante que ofrece agua, oxígeno, alimentos y la posibilidad de relacionarse con otros seres humanos y no tenemos que hacer nada para que todo eso, esté allí. Además de ello, contamos con nuestro organismo que es sabio, porque permite que cada célula del cuerpo desempeñe su trabajo y, en el caso de que sospeche que algo no funciona bien, hace lo necesario para corregir esa situación. Simplemente, la vida es abundante en todas y cada una de sus expresiones y lo contrario es una alteración provocada por los mismos seres humanos.

En el proyecto divino del Universo no se encuentra previsto que nosotros mismos alteráramos al mundo, sin embargo lo hicimos, tomando decisiones conscientes o quizá inconscientes para tenerlo así como está.

Las acciones de los bien intencionados, han sido todas buenas, pero siento que han estado encaminadas a corregir las formas, más no el fondo, son acciones que suplen deficiencias y corrigen donde se puede, empero, son acciones temporales que alivian el momento, más no la eternidad.

En efecto, la mayoría de nuestras buenas acciones, han llenado nuestro espíritu y alma, han sido momentos que están marcados por emociones que son agradables y que te hacen sentir en paz, desafortunadamente son momentos y nada más. Ahora bien, cuáles han sido las formas: fomentar la paz, impartir educación, prevenir y tratar las enfermedades, suministrar agua potable, dar seguridad, atender la salud materno infantil, promover la educación, desarrollar la economía, promover los avances tecnológicos, atender al medio ambiente, y tantas cosas buenas, lo cual resulta insuficiente en estos tiempos de vorágine materialista, en donde nuestros sentimientos son muy intensos y se manifiestan de forma desenfrenada y en donde se carece de cultura y educación.

Bajo éste contexto, me pregunto: ¿cuál es el fondo del tema y la propuesta? pues indudablemente la cultura.

La cultura es el alma de una sociedad vibrante, expresada de muchas maneras en que contamos nuestras historias, celebramos, recordamos el pasado, nos entretenemos e imaginamos el futuro. Nuestra expresión creativa ayuda a definir quiénes somos y nos ayuda a ver el mundo a través de sí mismos, simplemente debemos observar nuestras funciones orgánicas que nos hacen nacer, crecer, reproducirnos y morir.

Sin cultura no hay sociedad y educación.

Una sociedad sin cultura es una sociedad sin futuro. Carecer de los pilares de una sociedad (arte y cultura), impide a cualquier país crecer y aspirar a mejor calidad de vida.

La fascinación por el trabajo, afirma que el empeño y compromiso dedicados por cada uno de los bien intencionados en cada etapa del devenir profesional, ha podido derivar en contribuciones que han dejado huella, sin embargo, algo más nos debe acercar a la perfección, y si bien nuestra filosofía y nuestras causas enfilan hacia ello, creo que debemos dar nuestra parte adicional desarrollando a los pilares de la historia, que son: la cultura y el arte.

Por lo que se requiere, recomponer nuestros motivos y fundamentos, recomponer el fondo de las cosas, porque atendiendo la cultura y el arte, es entender algo mejor el trasfondo político, social y científico del mundo.

A los objetivos iniciales de la humanidad, como son: salvaguardar la paz, proteger los derechos humanos, establecer el marco de la justicia internacional y promover el progreso económico y social, se deben añadir nuevos retos, promover la cultura y las artes.

Leonardo da Vinci. El origen del Derecho Aeronáutico y el Fletamento de Aeronaves, proviene de los estudios de Leonardo da Vinci al aplicar conocimientos matemáticos al problema del vuelo a comienzos del siglo XVI que es cuando se empieza a considerar con mayor seriedad la posibilidad de que el hombre alcanzara a surcar el espacio aéreo.

Es en el año de 1783 cuando se convierte en realidad por Pilatre de Razier y el Marqués de Arlandes quienes cumplieron la hazaña de elevarse hasta mil metros de altura y tocar tierra a diez kilómetros de distancia del punto de partida, mediante un aerostato.

Rosario Castellanos y el eterno femenino. “….el mundo que para mí está cerrado tiene un nombre: se llama cultura. Sus habitantes son todos ellos del sexo masculino”, pues “la mujer, en vez de escribir libros, de investigar verdades, de hacer estatuas, tiene hijos”. La cultura es, así, “un refugio de varones a quienes se les ha negado el don de la maternidad.”Contra las puertas cerradas de lacultura, la política, la segregación por sexo o por raza, arremetió Rosario, en su vida y en su obra. Lo hizo por generosidad, dice su amiga Dolores Castro: “En eso no tenía límites y creo que es en función de esa generosidad que escribió acerca de las personas más inermes que hay sobre la tierra: las mujeres y los hombres indígenas, y luego también las mujeres en general” (El Ateneo de Ciencias y Artes de Chiapas – Héctor Cortés Mandujano).

El 15 de febrero del año de 1971, Rosario Castellanos fue nombrada Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de los Estados Unidos Mexicanos ante el Gobierno de Israel, en esa misma fecha pronunció un discurso que, a decir de Elena Poniatowska, podría ser el punto de partida del feminismo en México. Dedicó su vida a la creación literaria con pulcritud y dedicación absoluta, puso en el centro de la discusión el papel de la mujer en la sociedad y el multiculturalismo del país. También destacó por su amplía producción de ensayos y sus aportaciones periodísticas. En este sentido, destacan textos como Mujer que sabe latín… (1973), lo que la ubica como una de las principales precursoras del feminismo en nuestro país.

El 7 de agosto de 1974, la escritora dejó un legado imprescindible con su vida y con su obra, hoy hace 49 años que dejó de existir.

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