Fuera de lugar. Con gran descaro, el gobernador Cuauhtémoc Blanco, ayer aseguró que aún no son los tiempos para que sus funcionarios y él se separen de sus cargos para meterse de lleno a la contienda preelectoral. Según él, será hasta que haya una definición entre los presidenciables, cuando entonces sí, tomará una determinación. Según el Cuau aún no son los tiempos, pero bien que ha permitido que parte de su gabinete y sobre todo el titular de la Coordinación de Asesores, Víctor Mercado Salgado, retaquen de publicidad, con su nombre y su rostro todo el estado, pero “aún no son los tiempos”. Es decir que, para el jefe del ejecutivo, sus subordinados pueden hacer lo que quieran, adelantándose a los tiempos electorales, pero no tienen por qué renunciar a sus cargos. Todo el gabinete estatal anda parriba y pa’ bajo en eventos proselitistas incluso en horarios laborales, pero aún no son los tiempos para que se retiren, por que de lo contrario ¿de dónde saldrán los recursos para los eventos?, ¿quién pagará el acarreo, las comidas o incluso los viajes fuera del estado? Sin duda, el Cuau cada vez es menos futbolista y más político.
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Mala educación. Todo un alboroto se ha generado en el Colegio Nacional de Educación Profesional (CONALEP Morelos), derivado de las denuncias de corrupción y abusos por parte de directivos. Desde diciembre pasado, el exdirector Jonathan Vega, fue denunciado por una colusión con el dirigente nacional del Partido Encuentro Solidario (PES), Hugo Erick Flores, quien fuera aliado de Cuauhtémoc Blanco en el proceso electoral pasado. El tema pudiera pasar inadvertido, pero todo apunta de que se trata de una venganza política. No dudamos que si el río suena es porque lleva piedras, pero hay que hacer un poco de memoria y prácticamente el sector educativo federalizado, Blanco lo dejó en manos de Hugo Erick desde el inicio de su gobierno. Así que, todo lo que ha sucedido en esas dependencias lo tuvo que conocer el todavía gobernador, peor aún si lo desconoce. Por eso, si hoy se filtra todo esto es justamente por las diferencias políticas que persisten entre los personajes citados, porque si la amistad política persistiera, seguros estamos que nada de esto se sabría.
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Mágica solución. No cabe duda que no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre. La brillante secretaria de Turismo y Cultura del estado, Julieta Goldsweig como siempre, destaca por su brillantez y por la capacidad que tiene para resolver conflictos (entiéndase el sarcasmo). Después de que, por las fallas en el piso de la Plaza de Armas, decidieran cerrarlo para proceder a su análisis y posible reparación, lo que causó que comerciantes y restauranteros lamentaran la acción sin previo aviso, porque se les puede afectar de forma considerable en sus ventas, la titular de Turismo, ha dicho “no se preocupen” ya encontramos la manera para que el tapial de madera con el que fue cercada de Plaza de Armas no afecte a nadie. Desde su rico entendimiento, la madera en crudo “se ve muy fea” por lo que consideró que es necesario hacerle unos trazos, de tal suerte que, como no sabemos cuánto puedan durar las dichosas obras de rehabilitación de la Plaza de Armas, antes de que se vayan de vacaciones, convocarán a algunos artistas urbanos para que realicen “graffiti” en esas tablas. Así que, señores comerciantes deberían agradecer que tenemos a una titular de Turismo y Cultura tan capaz y sagaz, porque en lugar de quejarse deberían mandar a hacer un monumento para la señora del graffiti.
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Lo dijimos. Una de las reglas del proceso interno, que dicen que no es proceso interno, en MORENA para la elección de su candidato a la presidencia de la República fue que ningún personaje que ocupara un cargo público debía manifestar públicamente su apoyo a tal o cual funcionario, pero ayer en la visita de Claudia Sheinbaum a la entidad, como lo advertimos, se le vio a varios y varias asistir a los actos, incluso en horario laboral. Por otro lado, adelantamos que el acercamiento de la hoy exjefa de gobierno de la Ciudad de México con los productores del campo lo organizaría Amado Orihuela, líder cañero, en lugar de la gente ligada al gobernador Cuauhtémoc Blanco y así fue. Los liderazgos del mandatario morelense se limitan a dos o tres de sus funcionarios; en casi ocho años de “hacer política” en Morelos no han afianzado liderazgos importantes, por el contrario, siguen siendo engañados por pseudo lideres que sólo les sacan dinero, obras y programas sociales. Hasta ahora, el Cuau presume el respaldo de 25 alcaldes, lo que no entiende es que llegado el momento todos ellos se irán a donde mejor les convenga porque hasta ahora, estar cerca del gobernador, no les ha servido de nada.