Urge una contraloría social

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La ciudadanía que no calla, la que no se queda en silencio, la que busca canales de expresión, siempre está en la búsqueda de un medio que le permita expresar una opinión, una queja, una protesta. Porque del lado contrario hay callados por varias razones. Algunos porque prefieren vivir en la "incomodidad confortable", es decir, les afecta, pero es más cómodo callar, "no meterse en problemas" y de estos son la gran mayoría. Otros callan porque no encuentran un medio adecuado de expresión. Claro, existen medios de comunicación que le dan voz a la ciudadanía de forma directa y se han hecho tan populares que prevalecen por décadas algunos.

Por otro lado, existe una ley que supuestamente le da la oportunidad de participar al ciudadano en varios aspectos de la vida pública, en dónde legislan acerca de instrumentos como el plebiscito, consulta pública, revocación de mandato, contraloría ciudadana entre otros. Aún se recuerda a un gobernante que para ganar la elección prometió que se sometería a la revocación de mandato, pero en el momento que pudo, controlo al Congreso Estatal y reformó la ley a su gusto e intereses. Si, lo adivinó usted o recordó bien, nos referimos a Graco Ramirez. Desafortunadamente estas leyes están hechas para beneficio de la clase gubernamental. No son accesibles a los ciudadanos. Otro recuerdo. Hace algunos años estuvo una diputada que aparentemente estaba impulsando una ley en la que participaron varias organizaciones sociales y profesionales para revisar, proponer, modificar. Hasta hubo mesas de trabajo en cuatro ciudades del Estado de Morelos. De esto resultó una propuesta interesante. Sin embargo, de momento se detuvo el procedimiento legislativo y se quedó como muchas otras leyes, en la congeladora. El trabajo ciudadano de varios años quedó archivado. No hubo voluntad política. ¡Tristemente!

Pero los ciudadanos tenemos el poder. Propongamos la creación de un órgano de Contraloría Social con atención directa al ciudadano. En el que pueda exponer una queja, una propuesta, una orientación ciudadana, observaciones, solicitudes, etc. Obviamente estaría dentro del marco de la ley, hasta donde se permita. Con el paso del tiempo está contraloría puede pertenecer a una red de órganos similares.

En ella se pueden realizar señalamientos, demandas, asesoría social, de tal forma que el ciudadano común encuentre un canal para su demanda.

Los ciudadanos tenemos el poder. Tal vez no podrá ser, de momento vinculante, es decir, un señalamiento será solo una protesta, pero quedará el antecedente. Que los ciudadanos se organicen y puedan crear un órgano de este tipo, para beneficio de la sociedad. El gobierno en cualquiera de sus órdenes, municipal, federal o estatal, y en cualquiera de sus poderes, ejecutivo, legislativo o judicial, deben trabajar para cumplir las demandas ciudadanas, Hasta ahora ninguno de los gobiernos da muestra de trabajar en beneficio del ciudadano común. Debe haber un contrapeso. Si bien existen los órganos ciudadanos. Pero cuando afectan a los intereses de alguien, optan por cerrarles el paso. Para muestra un botón. Los ataques al INE, el veto al INAI por parte del mismo presidente AMLO (quien en campaña prometió que eso no iba a suceder) y así ha resultado en este gobierno. Pero en lo gobiernos anteriores también han tratado de callar las demandas públicas. La manipulación de la información, en el caso de los 43 de Ayotzinapa, la información manipulada en el caso de la Casa blanca. Queda comprobado que a los gobiernos, o sea a sus titulares les importa más el interés personal que el interés público. No importa el color, o partido político, ya está demostrado. Organicémonos los ciudadanos. Conformemos asociaciones civiles, políticas, agrupaciones, colectivos y exige información, señala, observa, informa. ¡Ya no te calles!

 

*IR