Después de las elecciones del estado de México, y de la caída estrepitosa por parte del PRI, surgen las quejas, las justificaciones, los supuestos, los rumores, los “tal vez”, los “casi estoy seguro”, los comentarios sin fundamento. Para los políticos este es el tema de cada día y lo será con esta fuerza durante los primeros diez días. Después de este número de días, la intensidad de los comentarios y análisis, profesional o voces populares, irán disminuyendo gradualmente, hasta que desaparezca el tema. Ya todos estarán aceptando los resultados. Y “haiga sido como haiga sido” habrá una gobernadora del “pueblo sabio”, porque al final de cuentas, el sistema electoral ha avalado la elección. Claro vendrán las impugnaciones, inconformidad, protestas, quejas, presión social tal vez. Pero conforme lo vayan solventando los tribunales electorales también irá disminuyendo. Tal vez haya multas, penalizaciones, etc. Pero de eso no pasará a mayores. Le corresponde a cada uno de los actores asumir su responsabilidad de las decisiones tomadas. Los electores que decidieron voluntariamente votar por la candidata morenista, estarán contentos y satisfechos. Los votantes que fueron obligados por diferentes medios, presión con sostenerles sus beneficios económicos de programas sociales, algunos sabrán que lo hicieron en contra de su voluntad. Los que hayan vendido su voto, sabrán que en el pecado llevarán la penitencia, como decía mi abuelita. Porque sufrirán las consecuencias. ¿Qué consecuencias pueden resultar? Pues que la señora Delfina gobierne en la línea que le marque el presidente. Porque obsérvese, quienes han dado seguimiento a la carrera política de la Maestra Delfina, no tiene la experiencia en administrar un estado de casi 17 millones de habitantes, con zonas conurbadas con una densidad de población de las más altas en el país, con zonas rurales muy amplias, con la presión de los grupos políticos que han quedado en el resentimiento. Y si sigue la escuela de su jefe en el arte de manejar las relaciones personales, no habrá consenso, menos conciliación. Se polarizarán aún más las relaciones entre gobernadora y gobernados.
Las formas en las que se ganó la elección no están limpias. Todos saben que el Estado (hablo del sistema de gobierno) debió echar mano de todos los recursos que tiene a su alcance para poder garantizar el triunfo. Manejo de recursos públicos, movilidad de trabajadores del ejecutivo en los tres órdenes de entidades cercanas como son Puebla, Morelos, Veracruz, Ciudad de México, pues todo mundo sabe que así le han hecho los partidos políticos en el poder, y Morena no es la excepción. Cambio de domicilio de varios electores para el Estado de México, compra de votos, etc. Todo lo anterior han sido las principales actividades que le han dado la ventaja a Delfina Gómez.
La virtual gobernadora del Estado de México tendrá un ambiente adverso, muy difícil para resolver los grandes problemas de las ciudades, poblaciones y comunidades del Estado de México.
Si la decisión de los mexiquenses fue otorgar un voto de castigo, les espera un panorama gris. Los morelenses tenemos la amarga experiencia de haber decidido mal con Graco Ramírez y con Cuauhtémoc Blanco. Por eso el estado está sumido en la inseguridad, la falta de desarrollo económico, y la mala administración del presupuesto público.
Obviamente, lo anterior no se le desea a ninguna de las entidades federativas. Y no porque haya perdido el PRI o la alianza opositora, digamos que le va a ir mal al Estado de México. Ojalá y estos comentarios estén completamente equivocados para bien de entidad mayor en población en el país (aquí reside una séptima parte de ella). Claro que para que suceda esto se requiere dedicación, constancia, trabajar día a día sin descanso, gobernar para todas clases sociales, buscar consensos, conciliaciones, acuerdos. Y se avista que esto no podrá ser fácil porque se tiene la experiencia de la forma en que gobiernan los morenistas (no todos) pero eche una mirada al gobierno del Estado de Veracruz, de Morelos, Chiapas, Oaxaca, donde la mala administración, decisiones políticas, económicas no se notan en el desarrollo de cada Estado. Se tiene un reto muy grande para superar los problemas a los que va a enfrentar la gobernadora.
*IR