Las personas que participan en la política aprenden a ser mentirosos, cínicos, omisos, irresponsables, con falta de valores. Aprenden a buscar un beneficio personal y ponerse metas altas en ingresos económicos, sin importar que sea legal o ilegal, lo mismo ocurre en la adquisición de poder. sin considerar para sí mismos o sus familiares más cercanos el daño que ocasionan a su alrededor
Y escribo que aprenden a ser cínicos, tomando como ejemplo lo que está ocurriendo en la elección del Estado de México, en donde la Maestra Delfina Gómez ha llegado a un cinismo cínico. Reitero, esto es solo un ejemplo, pero en nuestro país, se observa que, con algunas excepciones, quien incursiona en la política se convierte en su persona en lo más ruin. Y ahora ya vemos, que no importa los colores o el partido que lo impulsa, sino la persona misma y sus ambiciones personales.
Retomando el caso de la Maestra Delfina Gómez Álvarez, candidata a dirigir la administración del Gobierno del Estado de México, a quien, en reiteradas ocasiones, tal vez cientos de veces o miles, desde que decidió ser candidata, la han cuestionado sobre un tema, del cual, se ha comprobado que ella es responsable, cuando fue presidenta municipal de Texcoco, en donde retuvo un porcentaje de su sueldo a los trabajadores, se dice que a más de 500 trabajadores. Y como respuesta, siempre, contesta que a ella no lo hizo, y lo prueba con que no la amonestó el INE, sino que fue a su partido (Morena) y que ella no fue responsable de ese acto, y reafirma, que ella es incapaz de realizar tal delito. Lo ha repetido cientos de veces, porque en casi todas las entrevistas la cuestionan sobre ese asunto.
Usted ha escuchado también esta frase “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”; frase atribuida al jefe de Campaña de Adolf Hitler; Joseph Goebbels. Pues hoy, para Delfina Gómez y para muchos seguidores de ésta Maestra, metida a política, ya es una verdad, que ella es honesta, que no realizó tales actos delincuenciales (aunque existan pruebas como se ha demostrado) ella, continúa repitiéndolo tantas veces se lo pregunten.
Como dije en las líneas iniciales, que este caso se tomaba como un ejemplo, pero en el cinismo caen casi todos los políticos, en un afán de continuar con su carrera política, no les importa que estén incurriendo en faltas de este tipo.
Pero preguntémonos ¿a qué se debe que de manera muy simple se incurra en estas faltas? Hemos visto y escuchado a presidentes en el pasado priista, panista y hoy el actual, que con facilidad y a diestra y siniestra lo hacen a cada momento, pero, lo hacen diputados, senadores, presidentes municipales, regidores, a todos los niveles y en todos los órdenes del gobierno y del Estado. Y lo hacen indiscriminadamente.
Al parecer todo tiene su origen en la educación y en los valores enseñados en el interior de las familias. Bueno, pues si ese es el origen, entonces estamos a punto de enfrentar la mayor crisis de la política, porque la generación de políticos de hoy, nacieron y fueron educados en el siglo pasado, donde se cree que existían valores inculcados dentro de las familias. Claro, alguien se preguntará ¿entonces antes no existían los corruptos, los cínicos y mentirosos metidos a la política? Definitivamente que sí, solo que existía más conciencia o más temor a realizar actos de esta naturaleza. Es decir, había prejuicios. Las generaciones que están siendo educadas hoy, de aquellos que llegaron a este mundo en este siglo, están teniendo una educación diferente. Un tanto con la ausencia de valores, con mayor libertad en sus decisiones, pero también con mayor abandono de la mano de los padres, que en la mayoría solo es la madre o en contadas ocasiones solo el padre, quien educa al niño o la niña. Presencié un hecho donde una maestra reclamaba a un alumno del nivel licenciatura de una falta de responsabilidad de un acto del que había incurrido. Se les había olvidado a él y su compañero la entrega de un proyector que habían solicitado al centro de cómputo. El equipo electrónico quedó abandonado casi ocho horas en el aula. Afortunadamente lo encontraron intacto y lo pudieron entregar al centro de cómputo Dentro del diálogo la maestra le explicaba que hubiera pasado si éste se hubiera perdido. El joven le contestó de manera cínica, ¡pues se paga y ya! Para la mayoría esta es una respuesta lógica. Pero en este caso, lo más adecuado es haber pedido, con pena, una disculpa. Sin embargo, no fue así.
Entonces, nos enfrentaremos aún más, a casos como los que se han escrito hoy en esta entrega. La crisis de valores, con resultados desastrosos en la política, los negocios y en todo el ambiente nos afectarán por generaciones. Solo se podrá evitar con una reforma educativa que venga a cambiar al sistema de educación oficial. Sí y sólo sí.
*IR