¿Huelga en la UAEM?

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Como cada dos años en la revisión de contrato colectivo de trabajo, los trabajadores administrativos y trabajadores académicos emplazaron a huelga a la UAEM, presentando su pliego petitorio, que en su mayoría siempre es resuelto casi de inmediato en las negociaciones con los representantes de la máxima casa de estudios en nuestro Estado de Morelos.

Pero de los puntos más conflictivos en la negociación siempre y por obvias razones es el aumento salarial.

Los administrativos exigían el 25% de aumento al salario, cifra que no estaba fuera de una realidad.

Los trabajadores académicos exigen un 12%, muy por debajo de la pérdida del poder adquisitivo del salario percibido los últimos 12 años.

Los trabajadores administrativos, a pesar de que comenzaron con acciones de presión antes incluso de la revisión del contrato, y emplazaron a huelga, finalmente en su asamblea general del pasado 28 de febrero de 2023 decidieron aceptar el 4% de aumento al salario y aumentos acumulados a prestaciones completando alrededor del 2%, lo que hace que la UAEM en su boletín del primero de marzo anuncie que los Trabajadores administrativos aceptaron el 6% de incremento salarial.

Por su parte los trabajadores académicos decidirán hoy 17 de marzo, en asamblea general extraordinaria permanente si se acepta la propuesta oficial de aumento al salario, la que no ha sido mayor al 4% también.

Complicada la situación de los trabajadores y de la Universidad en el aspecto económico. Por una parte, la inflación ha aumentado en el último año arriba de los 11 puntos porcentuales. Pero el poder adquisitivo de los trabajadores ha tenido una caída. A pesar de haber aumentado el salario mínimo el gobierno de AMLO desde 2018 y el cual ha aumentado el 135% lo cual a cualquier trabajador le agradaría y estaría satisfecho con un aumento así. Pero revisando la situación, da tristeza y muy amplia. Veamos

El Gobierno de México, así como sus seguidores se ufanan que en México se ha aumentado el salario mínimo, pero solo el 13% de los trabajadores en México percibe ese salario y son quienes han recibido ese beneficio. El otro 87% de trabajadores han tenido que soportar el impacto causado por la espiral inflacionaria provocada por el aumento al salario mínimo y demás factores externos, así como las consecuencias de una mala planeación económica en el país. El dinero público se ha dedicado a la inversión de tres obras y a programas sociales. Pero no se ha invertido en un aumento en la producción nacional. Tesla eligió a México para instalarse, no hubo gestión del gobierno actual.

Los trabajadores universitarios como todos los trabajadores del país, aquellos del 87% que no percibe el salario mínimo, solo estarán acumulando recibir un aproximado de 22% global desde 2018 hasta 2023, cuando como ya escribimos líneas arriba el mínimo ha aumentado el 135%. ¿Se observa la gran diferencia? Pero no acaba todo aquí. Los productos de la canasta básica han aumentado desde 2018 hasta un 120%.

Que pasa en las universidades públicas. En el país la UNAM ofreció un 6% de aumento salarial. La UABC acordó un incremento salarial del 4% con sus trabajadores en ambos sindicatos.

Solo con estos dos casos de sindicatos nos damos cuenta de la imposibilidad para que las autoridades de la UAEM puedan aumentar el salario. Pero también los trabajadores no podrán irse a huelga por diversas razones, pero principalmente por la económica. La última vez que se realizó una huelga, el gobierno en turno de Graco Ramírez puso de rodillas a los académicos, para obligarlos a aceptar el aumento salarial ofrecido, humillando y pasando encima de los derechos humanos de los maestros. Es imposible que los académicos intenten ir a la huelga hoy. Los trabajadores administrativos que se han caracterizado por ser más combativos se dieron cuenta que no tenían muchas posibilidades de obtener un triunfo y optaron por aceptar la oferta patronal. Así sucederá con los trabajadores académicos.

En conclusión, los trabajadores universitarios y todos aquellos que están viviendo los topes salariales impuestos por la política presidencial seguirán viendo afectados sus bolsillos en el 87% de los trabajadores en México.

 

*IR