Desde hace varios años, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (Sapac) ha sido señalado como caja chica y agencia de colocación de amigos familiares y amantes, lo que la ha llevado a enfrentar, en la actualidad, una severa crisis económica que le ha impedido cubrir los pagos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y que ha provocado que la ciudad colapse, ante la falta de suministro de energía eléctrica de los pozos.
Sin embargo, sus funcionarios ganan altos salarios, lo que también ha incidido para que los gastos que enfrenta el organismo descentralizado sean fuertes.
A través de información oficial que consta en su portal, la directora general, Evelia Flores Hernández, tiene un salario mensual de 57 mil pesos. En tanto, el director administrativo del organismo, Alfredo Silva Valdés percibe mensualmente 41
mil 179 pesos. En el caso del director de operaciones, Dante Figueroa Castelar y Óscar González Bahena, director de comercialización, perciben, ambos, 41 mil 179 pesos.
También, de acuerdo a información proporcionada por trabajadores que dieron su testimonio anónimamente, por órdenes del presidente municipal, José Luis Uriostegui Salgado, en octubre del 2022, se dio de alta a su ahijada Carla Dennise Castillo Salazar como encargada de despacho de la Unidad de Comunicación Social y Gestión Social con un salario de 17 mil pesos mensuales, pese a que no tiene el grado de licenciatura.
En el caso del comisariado del Sapac, Eleael Acevedo Velázquez, percibe un salario de 39 mil 028 pesos mensuales. La nómina del SAPAC, tan sólo en estos seis funcionarios supera los más de 236 mil pesos mensuales, mismos que multiplicados por 12 -meses- da un total de más de dos millones 628 mil pesos.
Cabe recordar que el regidor Hugo Manzo Godínez advirtió que podría haber un recorte de personal por un 20 por ciento de la plantilla laboral, ya que la nómina del SAPAC asciende a 11 millones de pesos mensuales, misma cantidad que corresponde al pago de la CFE por consumo de energía eléctrica.