De la alabanza a la injuria

El Tintero

Ya se ha hecho del dominio popular, que cuando una persona, de manera constante e intempestiva pasa de un estado de ánimo a otro, en contraste, como es de la alegría a la cólera, de la alabanza a la injuria, el maltrato, la denostación, de las buenas palabras a la majadería, entonces , casi de manera unánime de dice, ¡pobrecito, compréndanlo, es bipolar!, y con este benigno adjetivo calificativo casi se justifica al que agrede, maltrata, ofende, en una palabra, chinga al prójimo con toda impunidad. ¡No se vale! entonces, ¡pa´qué carajos van a la escuela! o ¿dónde está la familia? Pero el asunto es grave cuando la acción majadera y de muy poca… educación, se hace bajo el amparo del poder y con la tranquilidad de que ¡no pasa nada! Y siga la mata dando. Es de admirar, ¡qué buen diccionario de sinónimos tiene Andrés Manuel López Obrador, porque gracias al vocabulario que usa los   votantes nos dividimos en dos, los que desde mucho antes de la votación son insaculados, (seleccionados) para funcionarios de casilla,  y los que se presentan a la casilla a votar, ahora recuerdo a una muchacha, Sory, que disfrutó cuando vía correo le llegó  la comunicación de que se presentara a la capacitación,  porque iba a ser funcionaria de  casilla, y así como ella, miles y miles de hombres y mujeres se dieron tiempo para cumplir con la obligación, y que el mero día de ir a votar deben estar desde las seis de la mañana hasta más allá del fin de la jornada, contando votos, levantando actas, revisando que sea la credencial del INE, y no otra para que no haya fraude electoral, estas personas se dan las malpasadas de su vida, no hay tiempo para ir a tomar alimentos, hacen el correcto cotejo de las listas de electores, dan prioridad a los viejecitos de la tercera edad y las que siguen, y a los que representan a cada partido  político que están atentos a que todo se haga con pulcritud, es decir, con limpieza les dan todo género de facilidades y ahora la pregunta, Señor Presidente, todos estos mexicanos, hombres y mujeres que dejan familia, hijos, marido y todo, Señor López Obrador, ¿todos son corruptos? Ellos, que como dice MARIANO AZUELA, Los de Abajo, ¿merecen ese trato? Ellos son los que hacen valer al INE, porque los de arriba, sólo dan los resultados del trabajo del pueblo, ese pueblo digno de admiración y de respeto, son los que cuidaron que Usted, Señor Presidente llegara a culminar, no sé si era sueño o su necedad, lograr la Presidencia de la República y usted ha dividido a los mexicanos en dos grandes grupos,  los que piensan (por conveniencia) como usted, y los cretinos, fifis, corruptos y traidores a la patria que no están de acuerdo en su forma de conducir el destino de México. El domingo pasado, el trece, miles de mexicanos salieron a las calles de la ciudad capital a refrendar la confianza en el INE, institución autónoma, que por eso Usted no puede mangonear, lo quiere eliminar para, otra vez, tratar de hacernos creer, que con una consulta popular a mano alzada, usted puede eliminar a quien le ha garantizado que Morena siga ganando gubernaturas, pero el ansia de poder no tiene llenadero, y usted y sus lacayos, prófugos del viejo PRI, mañosos y corruptos, resentidos siguen pensando en la venganza, a esos, además de lo dicho, ¿cómo se les llama? Es posible que como a Encinas, “hombre honesto, honrado, impoluto, ejemplo de probidad” ¿en verdad se lo cree? Sólo se tienen que revisar sus datos biográficos que no corresponden a la descripción dada. Ahora, el PODER no se comparte, y ¡cuidado! Doña Claudia Sheinbaum, ya se siente presidenta, con todos los poderes y la misma ignorancia, la señora olvida que los muertos merecen respeto, y aprovechar la muerte de una mujer para hacer política y con la complacencia de las autoridades estatales de Morelos, NO ES CORRECTO, ella, viola descaradamente la SOBERANÍA del estado, cuando desde su feudo, exige la destitución de funcionarios como el FGE, porque a su parecer está haciendo mal su trabajo. ¡La ropa sucia se lava en casa! Doña Claudia, nos está gritando que de ganar las próximas elecciones, será igual o peor que lo que ahora sufrimos. El Congreso Local de Morelos, agacha las orejas, si el señor Uriel Carmona Gándara, es culpable de lo que sea, que se le investigue y se aplique la ley y no esperar a que de fuera les vengan a leer la cartilla. ¡Qué falta de prosapia, decía Jiménez! ¿Vemos un negro porvenir? HASTA LA PROXIMA.  

*IR