¡Desidiosos y vulnerables!

El Tintero

Cuando de manera trágico-cómica nos burlamos muy al estilo mexicano, ¡Viva México! ¡Aquí no pasa nada! “estamos requetebién” pero resulta que bien sea dicho, la mentira te sostiene, pero la verdad te libera”; México, por espacio de décadas ha vivido con base en la mentira, ahora más que nunca, porque el hombre que se supone conduce los destinos nacionales, entre las muchas promesas no cumplidas, está, la de tener bien informado al pueblo su, ahora sabemos deteriorado estado de salud. A Andrés Manuel no le llegaron las chachalacas, le entraron hasta la cocina las Guacamayas, y le volaron información que esa sí, es de seguridad nacional, y lo peor, ¿Quiénes son los responsables de guardar “hasta con la propia vida”? Pues nada menos que los consentidos del sexenio, todos, toditos los que pertenecen a la Secretaría de la Defensa Nacional, pero, sin que sea disculpa, su Jefe Supremo, El Ejecutivo, los trae del tingo al tango, haciendo desde el trabajo más humilde del albañil, que el macuarro, hasta los trabajos de ingeniería, ahora los soldados de la patria, son los burócratas mejor pagados del país, y ¿del cuidado de la nación? No pos como decía Eloy, ya son muchos gustos, o lo que es lo mismo que andan haciendo lo que no deben y descuidan lo importante. Para nadie debe ser una sorpresa saber, ahora sí, y no de que yo tengo otros datos, de que López Obrador es un hombre enfermo, primero de poder y así como va, va a enfermar por no poder, el hombre que siente que trae a Dios de las barbas, minimiza la información que sin exagerar se “consideraba” como ultrasecreta, se pone a chochear burlando a la gente con su ídolo de la música, Chico Che, y dice, “tengo todos los males que tiene la canción, menos una, la del alcohol” y que, ya con eso ¿la cosa se tranquiliza? ¡No Señor! Lo cierto es que toda persona enferma, es de tomarla en  consideración, pero  el caso es que López Obrador  no es cualquier hijo de vecino, es el Presidente de la República, es el Presidente de todos los mexicanos, hayamos votado por él o no, y si “algo “ le pasara que lo obligara a dejar por tiempo definido o indefinido el despacho, y que recuerde, que Él le sugirió a Peña Nieto que si se sentía enfermo dejara el puesto, pero ahora AMLO, si lo hiciera se formaría un desbarajuste, que digo desbarajuste, ¡un desmadre! Entre sus propios seguidores porque todos se sienten corcholatas. Que falta de dignidad aceptar este calificativo. La primera corcholata fue Carmen Salinas en las películas de ficheras, pero bueno, el ansia no tiene aristas que lastimen, cada quien ¿lo que merece? Pero si es de pensar que el Dr. Alcocer dice que López Obrador goza de cabal salud. Que puede seguir jugando beisbol. Con este diagnóstico viniendo de quien viene, yo correría a buscar el mejor médico porque con los resultados que han dado en materia de la salud nacional, no es de confiar. Si al Ejército le roban la información secreta, como dijo aquel, si a tu madre no respetas, yo qué me puedo  esperar. Que el presidente informe sobre su estado de salud. Como es bien sabido que es de gente bonita y bien nacida no vanagloriarse de sus triunfos y menos los logrados sobre los demás, es también justo reconocer que la Comuna que encabeza José Luis Urióstegui, hace bien en como dice, ya saben quien, no ser tapadera de nadie, mucho menos de quien a ojos vistas abusó, primero de un cargo que ¡nunca! Debió haber aceptado, porque el primer acto de corrupción es aceptar un cargo o responsabilidad  que se sabe no podrá desempeñar, por lo quiera y mande, capacidad, conocimientos, experiencia, por lo que sea, y si declina es una seña de honradez y de ética, pero si se apega a “yo no le pido a Dios que me dé, sólo que me ponga donde haya” entonces las consecuencias ya estaban más que cantadas, y como no se pueden pedir nanches en los capires, no me alegro, ¡pero qué bueno! Que Villalobos, el ex de todo, haya llegado  al lugar que le corresponde por el maltrato a todos los que habitamos esta generosa y por qué no, hermosa ciudad. Es deseo de todos que no haya venganza política, sólo justicia a secas, para eso se dice, que cuando alguien viola la ley, “se puede emplear la fuerza del estado” aunque el susodicho exalcalde haya hecho su teatrito del “accidente”. Como dicen las señoras popofonas ¡que bochorno! Ahora, los que hemos hecho de Cuernavaca, ya asimilamos el hecho de que cuando llegan al H.H. Ayuntamiento, hombres jóvenes, “hasta caritas” con el traje del color que sea, tricolor, azul o rojo tirando a morada, todos tienen unas cualidades que los identifica, primero la arrogancia, son petulantes, vanidosos, de manos muy ligeras que en resumen son unos ladrones. ¡A la cárcel! Que como dice Alondra, ¡lástima de ropita! HASTA LA PROXIMA.       

*IR