El exceso de lluvias en algunas épocas del año, aunado a la falta de mantenimiento y la poca conciencia de la población respecto a la basura arrojada en lugares inadecuados, frecuentemente es causa de calles, casas y comercios, afectados con inundaciones y encharcamientos.
Hablamos de impermeabilización de suelos, construcciones irregulares, depósito de basura en predios baldíos o en lugares sin estructura adecuada. Como consecuencia, el agua de lluvia se acumula, ya que no tiene los medios necesarios para infiltrarse, escurriéndose más rápidamente y provocando inundaciones.
Las inundaciones y los aluviones suelen ser causados por la crecida de ríos, lo que provoca que sus aguas se eleven por encima de lo normal en épocas de fuertes lluvias. Así, sus aguas terminan “invadiendo” espacios públicos y privados de muchas personas, así como calles y locales comerciales.
Las inundaciones no solo causan destrucción de bienes o amenazan la vida humana y animal, sino que también causan otros efectos como la erosión del suelo, interrumpen el tránsito de vehículos en las regiones inundadas, interfieren con el riego de la tierra y provocan una serie de problemas que terminan por destruir el medio ambiente.
Las inundaciones por urbanización son las ocasionadas por deforestación, intensificación de escurrimientos superficiales, impermeabilización del sitio urbano, construcción inadecuada de diques, alteración de los cursos naturales de los ríos, proyectos ineficaces de captación de agua de lluvia.
Ante este fenómeno, la búsqueda de soluciones apunta a la adopción de medidas tales como: Construir sistemas de drenaje eficientes; Desalojo de áreas de riesgo; Creación de reservas forestales en las riberas de los ríos; Disminuir la generación de residuos y los niveles de contaminación; y, adoptar un esquema de urbanismo más coherente.
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Desarrollar y proteger las areas verdes: la premisa básica es, cuanto más espacio cubierto por vegetación, mejor. El suelo sin pavimentar absorbe más agua de lluvia, lo que permite que el agua penetre en el suelo y llegue a las aguas subterráneas, en lugar de correr por las calles y avenidas.
La deforestación también causa un efecto muy dañino llamado sedimentación, que es cuando la tierra a lo largo de las orillas se queda sin raíces que la sujeten y es arrastrada hacia el río durante la lluvia.
Es muy importante no construir viviendas ni deforestar zonas cercanas a las riberas de los ríos.
La segunda medida tiene que ver con la utilización de pavimentos sostenibles que permiten que el agua de lluvia se infiltre en su estructura, esto ayuda a reducir las islas de calor, recargar los acuíferos subterráneos, remediar la contaminación de las aguas pluviales y mantener el flujo de los cursos de agua en tiempos de sequía.
También tenemos que evitar la disposición incorrecta de los desechos ya que a menudo, contribuyen a las inundaciones, ya que los desechos terminan siendo dirigidos a alcantarillas y ríos, provocando su desbordamiento. Esta contaminación del agua en ríos y alcantarillas, generada por basura desechada incorrectamente, también contribuye al fin del ecosistema que allí existe, pues, con el exceso de escombros en el fondo, el río se vuelve menos profundo, generando inundaciones.
Además de los consejos mencionados anteriormente, en las grandes ciudades existen algunas obras que se pueden realizar para evitar encharcamientos e inundaciones como:
– Presas (retienen el agua cuando aumenta el nivel);
– Vasos o estanques (reservorios que almacenan el exceso de agua);
– Canalización de arroyos (evita que se arroje basura a los arroyos);
– Desazolve de ríos (aumenta la profundidad del río, retirando tierra de su cauce).
Y es que al inundarse vastas zonas habitadas, se presentan por una parte afectaciones por contaminación: hablamos de que con la invasión de las inundaciones en los hogares, los alimentos que entran en contacto con el agua contaminada no serán aptos para el consumo. Y por otra parte, pérdidas económicas: es decir, muchas casas son derribadas, se pierden muebles, alimentos, objetos y se perjudica la actividad económica.
Las inundaciones efectivamente son causadas por lluvias intensas y prolongadas. Después de mucha lluvia, la tierra se humedece y pierde la capacidad de absorber toda el agua que cae sobre ella. Esta agua luego fluye hacia los lugares más bajos, terminando en arroyos y ríos.
Pero no podemos simplemente ignorar que no se presenta como una causa natural, ya que muchas veces se ve agravada por la acción humana.