Los que nos dedicamos a la noble tarea de la educación; sabemos que todo debate, no necesariamente implica confrontación o combate; también sirve como herramienta para despertar y desarrollar responsabilidades y conciencias; para en conjunto, alcanzar las coincidencias y luego, trabajar en consecuencia.
La ignorancia y ausencia de conocimiento; provocan temor, desconfianza y nos impide el fraterno acompañamiento; la educación, que es sinónimo de información y formación; es la mejor herramienta para la transformación.
Los referentes de docentes disidentes y organizaciones adyacentes que se congregaron la semana pasada en el Curso Taller del Educador Popular; enriquecieron con sus aportaciones el Programa alternativo de Educación y Cultura que de manera popular y permanente se construye con las aportaciones de los presentes.
Dicho Programa establece los elementos básicos para la formación de los nuevos ciudadanos mexicanos: cultos, críticos, conscientes, analíticos y transformadores; quienes deben contribuir a la edificación de una nueva nación.
Concebimos a la Escuela como un espacio de acceso libre a la comunidad; donde se construyen proyectos de futuro; como un centro cultural, de potenciación, encuentro y proyección de la población.
Pretendemos que la Escuela se reposicione en el imaginario de su entorno colectivo; que, a través de la misma, la comunidad vea y conozca la problemática presente en la agenda local, nacional e internacional; se participe de los procesos de lectura, concientización y transformación de la realidad; para que se puedan generar planteamientos y alternativas de solución.
La Nueva Escuela Mexicana plantea como eje rector y central, a la Comunidad; y es en esa línea rectora como se deben las actividades planificar; si planear es tomar decisiones, entonces es un momento fundamental de la participación comunitaria en el ámbito escolar; participar es, sobre todo, tomar decisiones y asumir compromisos de lo que juntos y coordinados vamos a ejecutar.
Sin duda al reinicio de clases habrá mucho por hacer; se debe empezar por planear colectivamente desde las grandes hasta las pequeñas acciones escolares, del diario acontecer.
Donde no hay planeación colectiva, la navegación escolar seguirá a la deriva; y no se trata de reuniones masivas, pero sí, de considerar siempre a las instancias representativas.
El Consejo Técnico Escolar, planea las actividades académicas, culturales, artísticas y deportivas; la Sociedad de Alumnos, tienen que aportar sus planteamientos y propuestas para la saludable y pacífica convivencia escolar; la asamblea de padres, además de elegir o ratificar a su Consejo Escolar de Participación Social, debe establecer las condiciones mínimas de colaboración con la comunidad educativa y sus autoridades directivas.
El proceso de planeación comunitaria, es parte de la construcción colectiva del conocimiento y de la apropiación de la realidad, por ello es importante la participación activa y oportuna de todos los actores involucrados.
Se debe tener presente que la planeación comunitaria se construye desde una posición de clase popular y la mayoría de las veces en condiciones de vulnerabilidad; por ello Paulo Freire nos plantea las preguntas que deben inspirar dicha planeación: ¿En qué educar? ¿Para qué educar? ¿A favor y en contra de qué educar?
El ejercicio de Planeación Comunitaria no es una herramienta técnica por sí misma, que venga sólo a sustituir un documento o formato por otro; representa un recurso para contextualizar el proceso educativo desde la perspectiva popular y de la dialéctica materialista; es una acción colectiva de lectura de la realidad para entender el origen de las problemáticas que se plantean; ampliar el conocimiento sobre las mismas, diseñar, prever, potenciar y proyectar el futuro que queremos; a partir de un plan comunitario articulado al nuevo modelo social al que aspiramos como mexicanos.
Los retos son variados, de acuerdo a los contextos diversos; pero existen algunos que para todos son comunes: la producción de alimentos, la salud comunitaria, el rescate y promoción de la medicina tradicional integral, el cuidado y conservación del medio ambiente, el desarrollo físico, artístico y cultural, el trabajo con valor social, la educación pública gratuita; entre otros.
Se terminan en pocos días las vacaciones y nos esperan las ocupaciones; asumirlas y ejecutarlas con alegría, nos evitará estériles preocupaciones.
*IR