Este lunes, dio inicio la restauración del mural dedicado a Viridiana Anaid Morales Rodríguez en la UAEM, la estudiante de la Facultad de Psicología desaparecida el 12 de agosto de 2012, este año se cumplen 10 años de su ausencia. Durante tres días, estudiantes, docentes y exalumnos trabajaran para lograr terminarlo. Hacia el mediodía del viernes 12 se realizara un acto a su memoria en el lugar del mural y más tarde, a las 14:00 horas, habrá un pronunciamiento y acto ecuménico en el Memorial a las Victimas en el zócalo de Cuernavaca.
También están por cumplirse 10 años de la desaparición de Jessica Cerón Salinas, por lo que este 13 de agosto del 2022, habrá una marcha que saldrá desde la glorieta de Tlaltenango, hasta la sede del Poder Ejecutivo, en el Zócalo de Cuernavaca. Nos piden compartirles: “si tienes una hija, hijo, mamá, papá, espos@, es momento de que salgas y nos acompañes para exigir justicia, puedes llevar lonas, playeras, etc donde se pueda ver la foto de tu familiar”.
Cuando desapareció Jessica Cerón Salinas, tenía un embarazo de nueve meses, desde entonces, no se sabe nada de ella, ni de su bebé.
Ambos casos y su incidencia en el desarrollo de las organizaciones de familiares de los desaparecidos, son más que icónicos, son dolorosos, ejemplo de la búsqueda incansable de las familias.
Después de su desaparición y de contar sus historias, vinieron los casos de otros y otras, decenas, centenas que conocemos y otros miles, que no alcanzamos a visibilizar. Vemos en las redes decenas de fotografías al día, con mensajes de sus familias, pidiendo ser compartidas y solicitando informes sobre ellos y ellas... No podemos dejar que indiferencia nos invada y nos haga voltear la mirada a otro lado. Esa es una herida que aún no cierra y literalmente, cientos, miles de familias, siguen buscando a sus desaparecidos en la tierra, con las manos, con recursos propios, aferrándose a la esperanza de poder dar con ellos (siempre con la esperanza) en vida…
¿Qué tan trascendental es en Morelos la búsqueda de personas? Debería de ser una prioridad de nuestros gobernantes y de la sociedad civil. Tan es así, que este martes, se dio a conocer que el municipio de Xochitepec, aquí, en Morelos, será el hogar del Centro Nacional de Identificación Humana (CNIH), institución que por años han exigido las familias de personas desaparecidas para combatir el rezago forense de más de 52 mil restos sin identificar.
El CNIH depende de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) y contará con autonomía técnica y operativa enfocada exclusivamente a la identificación humana, para garantizar el derecho a la búsqueda, identificación y verdad; no sustituirá responsabilidades y obligaciones legales de los servicios forenses de las fiscalías o tribunales, ni realizará funciones de investigación de delitos.
Según se pretende el Centro Nacional de Identificación Humana, ayudará a encarar y revertir la crisis por la desaparición y falta de identificación de cuerpos humanos: a la fecha el número de personas reportadas como desaparecidas y no localizadas asciende a 103 mil 376 y más de 52 mil cuerpos sin identificar en las fosas comunes del país.
Es cierto lo que dice Alejandro Encinas, este problema requiere de una respuesta del estado mexicano en su conjunto con la participación de los familiares, la sociedad civil y en su caso, la asistencia y colaboración internacional. La búsqueda de las personas desaparecidas es una obligación del Estado y del conjunto de sus instituciones, debido a que es urgente atender el rezago que tiene la Fiscalía General de la República (FGR) y las estatales. El reto, no es solo bajar la estadística, sino reconstruir las vidas de sus familiares…
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