El ultimatum

Vuelta a la ziquierda

La hora de definición está a punto de llegar y lo que se avecina sin duda alguna es una auténtica invasión de pillos y personajes que van a destruir lo que mucho costo construir (o medio construir). La elección para determinar consejos de Morena se realizará este 30 y 31 de julio, es decir, este fin de semana y el pronóstico es terrible para un proyecto que aún no termina de consolidarse.

Porque es importante lo que ocurra este domingo. El tema es que la lucha por una ideología, como lo ha manifestado el Presidente de la República en diversas ocasiones, está a punto de irse al caño. Esto es así porque quienes ambicionan poder para servirse y ven la acción pública como una oportunidad de enriquecerse sin escrúpulos y a costa de la pobreza de las mayorías, pretenden adueñarse del consejo de Morena y desde ahí controlar decisiones a futuro. Todo ello no podría suceder si no es con la complicidad del presidente de Morena Mario Delgado, quien está siendo omiso o hasta cómplice de una serie de atropellos internos a la normatividad del propio partido.

Todos aquellos personajes que no cumplen los requisitos internos para ser votados los días 30 y 31 y que no deberían estar propuestos para formar parte del consejo por esa razón, hoy son factor de crisis interna porque representan todo aquello que se ha combatido por años. La idea de que a partir del contundente triunfo en 2018 estos personajes no regresarían al poder hoy se tambalea. El conservadurismo está tocando la puerta en Morena y cuando menos en Morelos, Mario Delgado les abrió la puerta y los recibió con chínelos para que se sirvan a placer.

El peligro que estos personajes representan se puede palpar en las condiciones en que se encuentra el estado. Un estado devastado por no contar con una estrategia que permita enfrentar de manera seria los diversos problemas que enfrentamos. El campo abandonado, la inseguridad a flor de piel, el desarrollo económico estancado, los hospitales desahuciados, y un largo etc. de problemas que se agudizan y no se ve les ve salida en el corto y mediano plazo. Para nadie es un secreto quien es la aduana de todas aquellas obras que representan varios millones de pesos realizar, eso es lo que les atrae, seguir controlando la obra pública y todo lo que represente dinero de proyectos públicos para saciar sus ambiciones personales.

Dejar que continúen y controlen desde dentro a Morena es entregar en charola de plata al enemigo, lo que penas se está intentando recuperar. En palabras llanas la cuarta transformación, que a Morelos no ha llegado, está en serio peligro porque quienes pretenden adueñarse de Morena son la antítesis de lo que representa este proyecto. En Morelos no existen condiciones para que las cosas mejoren en el corto plazo, porque no hay interés, pero tampoco capacidad para sacarlo adelante con los que hoy están al frente en el estado. Por ello lo que hace Mario Delgado es traicionar al pueblo de Morelos, es dejar de lado el interés de las mayorías y ponerse del lado de los enemigos de un proyecto que aún no se consolida. Esta trasgrediendo los principios básicos de Morena que son no mentir, no robar y no traicionar. Cuando menos en dos está siendo omiso que es no mentir porque miente al permitir el registro del hermano incómodo y traiciona al anteponer sus interese personales sobre el interés del pueblo de Morelos.

No tengo duda que en Morelos el mismo pueblo pondrá en su lugar a quienes pretenden burlarse y seguir engañando y manipulando para beneficiarse de las circunstancias, pero el intento de burla del dirigente nacional quedara grabado una vez más en los anales de la corta historia de Morena. A nadie se le olvida quienes votaron a favor de las reformas estructurales de Peña, que tanto daño han hecho al pueblo mexicano, hoy este personaje nuevamente nos recuerda su tamaño, en términos de calidad moral, pero también en términos de su ambición desmedida.

Pretender dirigir y controlar a Morena solo por ambición sale del esquema planteado por un proyecto distinto al de los partidos tradicionales, y no debemos caer en ello. Por eso cerrarle la puerta al enemigo es una obligación, aunque este ya este adentro no debemos permitir que lleguen más. Ellos no saben de valores, de principios, solo saben de intereses, ambiciones, manipulan y engañan, a eso nos enfrentamos. Por eso la unidad interna es importante, veremos si se anteponen los principios o si vence la ambición y se tira por la borda un proyecto noble de verdadero beneficio social.

*IR