Cuando el diario quehacer, trasciende nuestro atardecer

La misión docente

La Doctora en Educación, Maribel Vargas Espinosa, originaria de la comunidad indígena de Hueyapan Morelos; además de haber dedicado más de treinta años de su generosa y fértil existencia a la docencia; su mente prodigiosa le permitió ser autora de obras pedagógicas como: “La formación de profesores en servicio desde la pedagogía de lo cotidiano” (2005). “Reflexiones en el campo de la pedagogía: diversas miradas” (2014), y “Formación docente y cultura de origen indígena” (Revista textual, editada por la Universidad Autónoma de Chapingo, en 2013.)

Uno de los Libros Sagrados señala: que los hijos que honren a sus ancestros; tendrán días luminosos y venturosos; y, sobre todo, yo agregaría, si deciden ser Maestros.

El Señor Rafael Vargas Barreto, era un soñador empedernido; su anhelo de escribir un libro, que contara la historia cotidiana de su Pueblo, todas las tardes lo mantenía entretenido; pero ese noble quehacer no fue concluido; prematuramente llegó a su vida el atardecer, y tocó a su hija Maribel, cristalizar su objetivo.

Ella, desde el plano terrenal, envía a su padre, que la escucha desde la dimensión espiritual: “Ni mitznapalloogachiompa den tonalle” (Te abrazo, más allá del sol)

Gracias a la coordinación del Concejo Municipal y del Colectivo Tzahua; el pasado viernes 15 de julio del año en curso, realizó la Presentación de su nuevo libro: “HUEYAPAN, MORELOS: SU HISTORIA DESDE LA MEMORIA COLECTIVA” Es el libro que le había prometido a su padre en vida; y nada nos otorga mayor satisfacción que confirmar que la misión, ha sido cumplida.

Aunque la mayoría de los provincianos, en nuestro interior, soñamos en la adolescencia, en estudiar y prepararnos hasta alcanzar la autosuficiencia; y luego regresar a nuestra comunidad; para compartir nuestros conocimientos, experiencias y riqueza, promoviendo con ello la colectiva felicidad; no a todos nos es dable retornar; por ello, todos aquellos que lo hacen, son dignos de admirar.

La Doctora Maribel, es uno de esos Seres Humanos privilegiados; que, aunque a otros lugares cercanos y distantes, con frecuencia ha viajado, ha su comunidad, nunca ha abandonado.

Y el pasado viernes, hizo la presentación de su magna Obra ya citada; en ella, realiza un viaje retrospectivo hacia sus orígenes, desde una visión histórica y contemporánea; el fruto de su investigación documental y de campo, no deja dudas de la riqueza cultural, histórica y sentimental de su comunidad.

“Hueyapan, (Sobre el agua grande) Su Historia Desde la Memoria Colectiva” recorre los caminos andados por muchas mujeres y hombres que han dejado sus indelebles huellas; para tener vivas en los corazones y memorias, sus acciones nobles y bellas.

La recreación de lo que fue, evita la extinción de la esperanza y de la fe; lo que hoy tenemos, a nuestros ancestros se lo debemos; y el más digno homenaje que podemos tributarles; es continuar con su ejemplo, y a las nuevas generaciones, un mejor Hueyapan dejarles.

Es parte del mensaje que la Doctora Maribel, a través de su obra, intenta expresar a su amada comunidad; como docentes, nuestra Misión, es promover e inspirar con el ejemplo, la evolución de la humanidad.

El pasado mes de enero, en el Periódico Nacional “La Jornada”, la famosa escritora Elena Poniatowska, dedica su participación periodística a la Doctora Maribel Vargas, la niña indígena que se transformó en filósofa.

Allí se relata la visita y estancia de la doctora Judith Friedlander, antropóloga estadunidense, en la casa de los padres de Maribel, cuando apenas contaba con cinco años de edad; la influencia de dicha antropóloga en la vida de nuestra escritora, fue determinante, los frutos de dicha influencia son los que compartimos ahora. 

Su estancia en el hogar de Maribel, le permitió desencadenar, en la niña prodigio, su potencial de curiosidad epistemológica y desde temprana edad, adoptó a la antropóloga, como su madre intelectual; y hasta el día de hoy, pese a la distancia, no han dejado mutuamente de interactuar.

Juntas, han cristalizado sueños y contribuido a elevar el nivel de conocimiento y a despertar la conciencia en las comunidades educativas.

La Doctora Maribel sabe bien, que cuando hablan las Obras, las palabras sobran; pero es de justicia reconocer y aplaudir su esfuerzo y dedicación, a favor de la educación; y en este caso específico, de su población.

Desde la distancia, vaya para vos, mi sincera felicitación y admiración.

*IR