La unidad ante el asalto vulgar

Vuelta a la izquierda

El proceso para renovar dirigentes nacionales ya comenzó en Morena. Se publicó la respectiva convocatoria que dicta las reglas para llevar a cabo dicho proceso y, aun cuando su contenido es controversial, ya está en marcha el proceso.

Lo primero que hay que resaltar es la contradicción entre la convocatoria y los documentos básicos en el sentido de la manera de elegir consejeros y que dicha convocatoria no contempla realizar asambleas como lo mandata el estatuto, sino una simple votación sin deliberación el día respectivo, es decir, no habrá concentración para deliberar sobre el tema respectivo. Además, la afiliación al partido será única y exclusivamente el día de la asamblea por lo que no habrá registro previo y, por tanto, quienes emitan su voto no serán registrados con 30 días de anticipación a su participación en un proceso de selección de consejeros como lo contempla el estatuto. El registro de candidatos a ser consejeros será del 1 al 15 de julio y la Comisión Nacional de Elecciones se reserva el derecho de aceptar o no a quienes se inscriban, previo análisis de su arraigo en la lucha social y en Morena. El registro el día de la elección será abierto, es decir, cualquier persona podrá registrarse el día de la “asamblea” y ejercer su derecho a votar por la fórmula que decida.

Por cuestiones de espacio solo me referiré a estos dos últimos temas aquí en el estado de Morelos. Para ser consejero el requisito es haber realizado con anticipación alguna acción en la lucha social de izquierda o haber participado en una actividad en Morena y que ésta se pueda demostrar. Hay gran interés de que dirigentes del ex partido Encuentro Solidario pretenden tomar por asalto a Morena, ya se menciona el gran operativo que preparan para que el aparato de gobierno acuda a votar en día 31 a favor de las propuestas del tristemente célebre ex partido Encuentro Solidario para ganar la mayoría de los consejeros y después hacer presidente de Morena en el estado a su ex presidente. La manera grotesca en que pretenden realizar dicha acción llama la atención y obliga a reflexionar en ese sentido.

Primero comentar que dicho personaje no cumple el requisito de haber participado en la lucha social en ningún momento de su vida, llega al estado arropado por su hermano y solo para organizar los negocios al amparo del poder. Esa es su participación y su principal aporte a nuestro estado. Al ser presidente del partido Encuentro Solidario en la elección inmediata anterior, automáticamente queda descalificado para participar en el proceso interno por haber apoyado a un partido distinto a Morena. En distintas ocasiones el Presidente de la República ha mencionado que esta lucha es por ideales, por lo que, aceptar que un personaje como el aludido ingrese a Morena reduce la lucha por ideales a una simple lucha de intereses y vulgar ambición por el poder y el dinero. Si a ello sumamos el gran acarreo que realizarán el día D para lograr que sus incondicionales copen el Consejo, lo que nos estará regresando a los viejos tiempos del acarreo con una torta y un frutsi. Además, del pago vulgar con despenas o dinero para convencer a ciudadanos para que acudan a votar por ellos, porque evidentemente no tienen un proyecto político y menos social, como ya ha quedado demostrado, sino su única preocupación es una simple y vulgar ambición.

Por todo ello, es el momento oportuno para que los liderazgos más sobresalientes de Morena acudan con el dirigente estatal y se presenten con el dirigente nacional para que se respete la vida interna del partido y que todos estos personajes que no suman, pero si dañan enormemente a quienes creen en este proyecto como una alternativa viable y diferente del quehacer político, no sean aceptados en Morena por no cumplir con el perfil que mandatan sus documentos básicos y la propia convocatoria emitida para dicho fin. Hacerlo es necesario y calmaría las aguas que comienzan a verse turbias por la posible toma por asalto de Morena.

Lo impensable podría ser una realidad si esos liderazgos asumen un papel protagónico contra el intento de invasión de quienes solo pretenden el poder como medio para continuar viviendo a costa del erario como sanguijuelas. La unidad tiene como fin defender al instituto político que se formó como un instrumento ciudadano para cambiar el rumbo de las cosas. Es la coartada perfecta para generar un ambiente que impulse la unidad y la posibilidad de tomar acuerdos internos para bien de todos aquellos que están interesados en un cambio verdadero. Por ello, el fin debe ser cerrar la puerta a quienes pretenden de la peor manera hacer de Morena una simulación democrática para hacer el gran negocio personal.

*IR