Ante los últimos acontecimientos en relación al crimen organizado, uno, y de los otros que también cuentan, no es nada de sentirse orgulloso de que el estado de Morelos tenga el tercer lugar a nivel nacional en materia de crímenes que nunca son resueltos y cuando agarran las autoridades a un sospechoso, cacaraquean el huevo como si hicieran una verdadera hazaña, situación que no es para felicitar sino lo que hace es evidenciar la falta de eficacia en el trabajo de garantizar la seguridad de los ciudadanos. El grito, el llamado, el reclamo del Obispo de Cuernavaca Ramón Castro, que grita, México salpica sangre, por el asesinato de dos sacerdotes de la orden de los Jesuitas, el presidente se va a jugar beisbol, lugar donde lo hacen creer que está bateando por arriba de los 300, todo porque le ponen bolas a modo de que pueda pegar “algún podridito”, mientras, México sigue en los primeros planos mundiales rompiendo récords en materia de muertes dolosas, secuestros, feminicidios, y el hombre montado en su macho, alegando y supuestamente cristiano invoca a la palabra, y dice, los conservadores, quieren que aplique “la ley del Talión, ojo por ojo” y reitera, ¡no! Porque la violencia no se combate con la violencia sino con abrazos y no balazos. Lo acepte o no, la muerte de estos hombres que dedicaron su vida a servir a los pobres, a los verdaderamente pobres, no a los que dice atender López Obrador, que para él y su partido son números que se reflejan en las boletas electorales, pero pueblos como los Tarahumaras, que viven en la ignorancia, en el abandono ancestral, porque no representan ningún beneficio a los vividores de la política y los tienen para los turistas como ”mexican curios” estos asesinatos, que han llenado de ira a católicos y no católicos, que el reclamo que hace el Papa Francisco, que tampoco es oído, si se va a reflejar en las próximas elecciones, y si alguien lo duda, ¡al tiempo! porque todas las muertes se lamentan, duelen, pero que gente como “El Chueco” vaya y mate, dentro de un templo, de la orden que sea, es un sacrilegio que ofende, maltrata a todos aquellas personas que tienen fe en Dios y aplican el amar a tu prójimo como a ti mismo” que es una Ley divina de carácter universal. Ahora, tras el daño lo que molesta del Señor presidente, es que a todos aquellos que le exigen que cumpla con su compromiso que juró de respetar y hacer respetar a la ley, les llame cretinos y cínicos, todo porque sigue viviendo atado al pasado, Él, no tiene culpa ninguna de lo que sucede en México, dice, el culpable de todas sus desgracias se llama Felipe Calderón, la pregunta es ¿hasta cuándo se va a hacer responsable de lo que en México sucede? ¡Acaso fue elegido! ¿Para qué nos siga contando viejas historias? Y si miente cuando dice y afirma que ya cumplió con 99 promesas de campaña y sólo le falta una, entonces esa una, es la que corresponde a abatir a los criminales o que los cite en Palacio para que juntos hagan un mapa rojo, se distribuyan al país de manera equitativa, sigan fregando a los que trabajan y pagan sus impuestos y al respeto de sus zonas criminales se logrará la paz, como dice sucede en Sinaloa, lugar ejemplo para todo el territorio nacional. México en su historia, mucho le debe a órdenes religiosas como Franciscanos, Agustinos, Dominicos, y los Jesuitas que mientras unos trajeron el arte y la evangelización, los Jesuitas entre otras cosas se dedicaron a la cultura y a la educación. Lo que más nos debe preocupar, es que ante tanta violencia y muertes no justificadas, que todos vayamos siendo víctimas en la pérdida de una sensibilidad ante el dolor ajeno, que perdamos nuestra capacidad de sorprendimiento ante hechos tan abominables como el sucedido, y sean las mismas autoridades las que demuestren esa falta de capacidad de comprometerse con los ciudadanos que esperamos mayor eficiencia en la aplicación de la ley, a cambio de eso, nos refriegan en la cara la noticia de que los más cercanos al Poder, ya hicieron hasta sus calendarios para recorrer el país en la búsqueda del voto, primero para ganar la consulta y luego la presidencia. ¡Qué falta de ética y de respeto al pueblo! ¡No se vale! Mientras son peras o manzanas las mentiras morenas siguen a la alza, Cuernavaca, el sábado y el domingo, una buena parte de la población sufrió el clásico apagón, cuando la CFE, exigente en sus cobros que cada día van en aumento, juró y perjuró, “que como no son como los de antes” ya no se sufriría la falta de energía eléctrica, misma que afecta a los hogares porque los alimentos se echan a perder ¿quién se hace responsable? HASTA LA PRÓXIMA.
*IR