Mejor imposible

Vuelta a la izquierda

El pasado fin de semana hubo concentración de candidatos de Morena en el Estado de México al gobierno del Estado y a la presidencia de la República. Ahí se dieron cita Delfina Gómez, Horacio Duarte e Higinio Martínez, los dos primeros funcionarios federales y el ultimo Senador de la República; también estuvieron Claudia Sheinbaum Jefa de Gobierno, Marcelo Ebrard Canciller y Adán Augusto López Secretario de Gobernación.

Los que faltaron fueron Alejandro Encinas que también ha sido mencionado como posible candidato al Estado de México, aunque con menos posibilidades y al Senador Ricardo Monreal que tampoco asistió a dicho evento. Las lecturas son claras en el sentido de los verdaderos candidatos por Morena en ambos procesos. Alejandro Encinas más cómodo en la subsecretaria sin tener que desgastarse en una candidatura complicada y por su parte Ricardo Monreal que está prácticamente fuera de Morena y que solo le queda recurrir a la estrategia de victimizarse hasta que lo expulsen e intente ser el candidato de Movimiento Ciudadano o de la coalición opositora Va por México, en cualquier caso con pocas posibilidades de ser Presidente de México.

Así entonces las cosas dejan muy en claro que la oposición no cuenta con un liderazgo capaz de hacerle ruido a Morena, no hay un solo liderazgo opositor que esté posicionado electoralmente y sea de interés escucharlo o cuando menos que sea nombrado. Por ello la figura de Ricardo Monreal del lado opositor puede ser tentador para él y para la misma oposición, y no porque piensen ganar sino porque puede representar mantener un nivel de votación aceptable para sus intereses.

Por ello es fácil pensar en que la contienda interna de Morena será definitoria para saber quién va a gobernar de 2024 al 2030. Sin embargo, tampoco hay que pecar de confianza porque el factor económico puede ser un elemento de presión electoral que alimente la ambición de los opositores. Para ellos los negocios a partir del control del gobierno es fundamental y les representa miles de millones de pesos en sus bolsillos, de ahí la importancia que les significa recuperar la presidencia de México.

Por esa razón la confianza excesiva es demasiado peligrosa. Es evidente que la ambición desatada pero contenida de todos estos personajes, será un factor que jugará un papel importante en 2024. Esa ambición los puede hacer llegar a tomar acuerdos que les permita ir unidos, aunque se ve muy complicado, solo para intentar recuperar lo que consideran suyo, es decir los millones de pesos alrededor de la envergadura presidencial.

El mismo esquema se reproducirá en Morelos, en 2024 la oposición intentará unificar esfuerzos en torno a figuras desgastadas como el Senador Ángel Yáñez o el Diputado local Agustín Alonso o incluso la propia Senadora Lucy Meza que al parecer con el destape que de ella hizo el Senador Monreal está conforme con aspirar a ser abandera del partido Movimiento Ciudadano o de la coalición opositora a la 4T.

Es evidente que al no tener la oposición a un liderazgo relevante que pueda encabezar en 2024 le van a apostar a importar a alguien que pueda aspirar a mantenerlos en un nivel importante de votos para tener una buena prerrogativa y continuar viviendo del presupuesto 3 años más, eso en el caso del PAN, PRI y MC porque el PRD ya no tiene registro en el estado como consecuencia de su propia ambición por el poder sin más recato.

La candidata o candidato de Morena que abandere tendrá una condición inmejorable para gobernar el estado. Por ello es importante que el proceso de selección interna sea transparente y que quien abandere sea la mejor persona para poder garantizar que ahora si será un proyecto de la 4T y se asuma la responsabilidad de llevar a Morelos a buen puerto. La tarea que asumirá Cesar Raúl Ojeda no es sencilla, sin embargo, debe demostrar que está a la altura para garantizar la unidad morenista que permita también tener a los mejores cuadros políticos e candidatos a los diferentes cargos de elección popular y no, como ha sido hasta hoy, poner a los amigos o a quienes tienen poder adquisitivo para comprar conciencias porque, y está demostrado, que ese es el mejor camino a la debacle.

*IR