La comuna de Cherán

Filosofemas

Conozco más de una expresidenta y más de un expresidentito municipales que tienen en sus bolsillos bancarios un estupendo “ahorro”, llamémosle así, producto de su entrega a las “causas del pueblo”.

Enriquecidos desvergonzadamente, se han dedicado a pasear y a darse una regalada vida que no habían soñado. Recuerdo que uno de ellos, hace algunos pocos años, dijo a sus compañeros que los invitaba a compartir su único objetivo: convertirse en millonario. Pues bien, lo logró. Se quedó con un préstamo que solicitó a BANOBRAS y que obligó a pagar a los trabajadores descontándoles de sus escasos emolumentos.

Ese expresidente y esa otra expresidenta siempre se habían manifestado revolucionarios y críticos del poder y del sistema. ¡Vaya…! Cómo cambia el mundo, ¿verdad? Dije más de uno y más de una, así que bien podrían ustedes, desocupados lectores, sumar algunos cuantos más y, así, hacer sus cuentas de cuánto dinero del erario público se ha dispensado en favor de esas pelafustanas. Pero…

¿Tendremos ejemplos históricos -pasados y presentes- de ejercicio del poder en favor de nuestros pueblos? ¡Claro! Veamos.

El 18 de marzo de 1871 un movimiento rebelde tomó por asalto el poder en la ciudad de París e instauró un gobierno, el primero, a manos de los obreros con objetivos concretos en favor del pueblo. Fue la Comuna de París que designaba así al Ayuntamiento de la ciudad y que se proponía trabajos auténticamente revolucionarios. Véanse:

-Autogestión de las fábricas abandonadas. -Creación de guarderías para hijos de las obreras. -Separación de la Iglesia y del Estado. -Obligación de las Iglesias de colaborar en las labores sociales. -Acabar con las rentas que no se habían pagado. -Anular los intereses de las deudas.

Ese fue el primer gobierno de la clase obrera en el mundo que durante 60 días gobernó emitiendo esos decretos para acabar con la pobreza, la miseria y el hambre causadas por la guerra. Se reconoce que fue el intento de un socialismo autogestionario.

Además… -Se abolió el trabajo nocturno, -se redujo la jornada de trabajo -y se entregaron pensiones a las viudas y a los huérfanos.

¿Alguien podría estar en desacuerdo con eso? Tenemos que decir que este movimiento ejemplar fue severamente reprimido. La palabra Commune, que designa Comuna, tiene la misma raíz que Comunismo. Así que pueden ustedes obtener sus conclusiones…

Cherán, Mich. es un ejemplo Comunal de organización popular. Sus comuneras -hombres y mujeres- han defendido y siguen defendiendo a su gente, sus territorios y sus bosques de extorsionadores cobardes y de talamontes. Cuentan con un Consejo Mayor integrado por mujeres y hombres electos de acuerdo a sus usos y costumbres.

Sus cuatro barrios tienen sendos representantes miembros de la Ronda Comunitaria y de los Consejos Operativos cada uno con comisiones que cumplir. Hay también comunidades escolares y grupos musicales. Están cumpliendo 11 años de gobierno autónomo desde que hicieron a un lado a los partidos que nunca resolvieron nada.

Cada nuevo integrante de estos consejos está obligado a recorrer su territorio para ver cómo se encuentran sus bosques, ríos, ojos de agua y, en general, todos sus recursos que incluyen empresas comunales, tarea que les lleva varias semanas.

Al igual que los Caracoles del EZLN en Chiapas, Cherán, en Michoacán, es ejemplo de poder Comunal para todos nuestros pueblos indígenas y mestizos. Podríamos empezar a formar Consejos o Comunas municipales en lugar de elegir presidentitos mamones y rateros, ¿no les parece? Sería un buen comienzo.

Integrar servicios de salud semanales con un par de doctoras, otro de enfermeros y un promotor para visitar y atender -con todo y medicamentos- barrios marginales de los más necesitados. Organizar también tianguis populares con despensas colectivas con el mismo propósito. Y, hasta una Biblioteca circulante que lleve libros de un lado a otro para repartirlos, estudiarlos, comentarlos y hasta regalarlos si se suscita el interés.

Los presidentes municipales -hombres y/o mujeres- deberían desprenderse de ambiciones personales para hacer de su trabajo una auténtica vocación. Vocación de servicio, por supuesto.

Nuestros alcaldes actuales podrían aprender de estas lecciones presentes e históricas si es que en realidad quieren servir a sus pueblos. Ya no digo nuestras diputadas actuales y sus heteróclitos colegas que, suponen, lo serán siempre y que todos estamos obligados a venerarlos. Son un poder soberano, es cierto. Tienen un soberano desmadre.

Eso se llama actuar con Arrogancia y Estupidez.  La Arrogancia es una máscara del miedo. ¿Y la Estupidez? Pues… eso…

*IR