Imparables, extorsiones y secuestros
La ola de extorsiones y secuestros siguen imparables en Morelos y van en aumento. De acuerdo con un estudio comparativo elaborado por el Consejo Ciudadano Estatal de Seguridad Pública y Procuración de Justicia de Morelos, con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el caso de las extorsiones han aumentado 33 por ciento, mientras que en los de secuestro la cifra subió 23 por ciento en 2023.
En el caso de llamadas a comerciantes, ejidatarios y familias para exigirles dinero a cambio de no causarles daños a sus negocios o en sus personas, mientras de enero a septiembre de 2022 se registraron 115 casos, en el mismo período de 2023 aumentó a 153, es decir, 38 más, lo que significa un incremento del 33 por ciento.
Por lo que respecta a los casos de secuestro en la entidad, el comparativo del Consejo Ciudadano revela que de enero a septiembre de 2022 se registraron 19 casos, mientras que en el mismo período, pero de este 2023, ya van 23, cuatro más que el año pasado, lo que representa un incremento del 21 por ciento.
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Sorprende sobremanera que la propia iglesia católica y sus párrocos no se hayan salvado de ser víctimas de las amenazas de los delincuentes. El Presbítero y también Vocero de la Catedral de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, ha declarado también que han sido víctimas de extorsiones y amenazas de los delincuentes, con un caso concreto en la región sur de la entidad del que prefirió no dar detalles, y que en distintos templos de la capital del estado se llegan a registrar más de tres llamadas al día para exigir a las secretarias o el personal dinero porque afirman tener preso a uno de los sacerdotes.
En tanto, Luis Eduardo Flores Barrios, Fiscal de Investigación de Delitos de Alto Impacto y encargado de despacho de la Fiscalía Antisecuestros, confirmó que la incidencia de este tipo de ilícitos ha aumentado, particularmente en la región oriente de la entidad, y en su mayoría son comerciantes las víctimas.
En estos casos, agregó, el 60 por ciento de las personas afectadas por la extorsión son hombres y el 40 por ciento son mujeres, que lamentablemente en la mayoría de los casos ceden ante las bandas criminales y no se atreven a denunciar los hechos.
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Pero no se trata solamente de aumento en las cifras, sino el grado de violencia a que están recurriendo los delincuentes para obtener dinero de sus víctimas, porque particularmente en Cuautla y el resto de la región oriente de la entidad, las bandas criminales han llegado a quemar negocios para amedrentar a las víctimas y convencerlas de ceder a sus pretensiones.
Otra de las variantes de este tipo de delitos es el secuestro exprés, que registra un incremento del 40 por ciento, que significativamente se presenta en los entronques carreteros, como el de la región oriente con la Autopista Siglo XXI. No necesariamente es para exigir dinero a cambio de la libertad, sino para arrebatarles sus vehículos, refiere el Fiscal Antisecuestros.
Morelos sigue, pues, la ruta imparable de la violencia delictiva, mientras el nulo interés del gobierno estatal y de la Comisión Estatal de Seguridad Pública por establecer coordinación efectiva con los municipios es la constante, como han denunciado los propios alcaldes de la entidad, que exigen colaboración y trabajo conjunto inútilmente.
