Dos menores de 6 y 8 años sobreviven solos casi un mes en la Amazonia a base de frutos y agua de lluvia
Dos niños indígenas fueron encontrados y llevados al hospital tras casi cuatro semanas perdidos en la selva amazónica de Brasil. Por casualidad, un talador de bosques local los encontró.
Glauco y Gleison Ferreira tienen 6 y 8 años y han logrado algo milagroso: sobrevivir solos casi un mes en la selva amazónica de Brasil a base de frutas y agua de lluvia. Los hermanos salieron de la reserva indígena en la que viven en busca de pájaros y se extraviaron.
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Cuando ya se habían perdido las esperanzas de hallarlos, 25 días después de su desaparición, un amigo de la familia los encontró desnutridos, con arañazos y en situación crítica, en una zona habitada por serpientes y jaguares.
Ahora se recuperan en el hospital de la situación crítica a la que se han enfrentado que casi les cuesta la vida.
Los hermanos salieron el pasado 18 de febrero de la reserva indígena en la que viven, en el municipio brasileño de Manicoré, con la idea de cazar pájaros. Pero nunca regresaron. Los padres denunciaron la desaparición y rápidamente se activó una batida de búsqueda con más de 250 personas entre policía, agentes de la Fundación Nacional Indígena y miembros de la comunidad indígena. Pero una semana después se dio por finalizada oficialmente, aunque nunca los dejaron de buscar.
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Un agricultor amigo (Manoel Vilkem) de la familia los encontró el pasado 15 de marzo, 25 días después, a seis kilómetros de su casa, según informan medios locales. Había entrado a la selva a vigilar sus castaños y empleó lo que se conoce como el teléfono móvil de la selva, la cacetada (dar fuertes golpes en un árbol para que si hay alguien en la selva sepa que hay otras personas), y escuchó un hilo de voz. A la segunda llamada pudo oír la débil voz de Gleison –el hermano mayor- imploran ayuda “Vengan a buscarnos”. Vilkem los encontró muy desnutridos, llenos de arañazos y picaduras y sin fuerzas tan siquiera para caminar. Habían sobrevivido comiendo frutos y agua de lluvia casi un mes. Fue un milagro porque resistieron en plena época de lluvias y en una zona frecuentada por serpientes y jaguares.
El amigo de la familia los montó en su canoa y los llevó a casa para que se reencontraran con sus padres y de allí al hospital de Manicoré. “No se podían ni mover” explicó Caludio Ferreira, el padre de los menores, a Amazonia Real. El jueves los pequeños fueron trasladados a Manaus a una Unidad de Cuidados Intensivos con la esperanza de su pronta recuperación de una aventura que casi les cuesta la vida.
*MG