Frío en Washington
Es 6 de enero y hace frío en Washington, la fecha viene con una fuerte carga en la memoria de la reciente historia, fue tan solo en el 2021, cuando motivados por el Presidente Donald Trump, cientos de simpatizantes de su causa de odio tomaron por la fuerza el Capitolio, alimentados por la mentira de que él había ganado.
Hoy, recién empieza el 2025 y en el mismo Capitolio, en una ceremonia dirigida por su ex competidora, la vicepresidenta de los Estados Unidos es certificado su triunfo y por lo tanto en unos cuantos días, frente al National Mall, tomará protesta como Presidente de una nación que dejó caer sus máscaras.
En Washington hace frío y no es solo para la poco usual nieve que cae del cielo y cubre toda la ciudad, si no por el miedo que tienen los fanáticos de la estabilidad a ver que Trump tomará nuevamente control de la Casa Blanca, a pesar de los procesos legales en su contra, a pesar de que es un criminal y que su persona es el odio andante.
Supongo que verlo tomar protesta, será una prueba de que por más que no sea bien visto, debe cuestionarse la Democracia, más cuando la dictadura de las mayorías aplasta al sentido común de lo que debería ser un buen líder. Lo que también es cierto es que ya no existen líderes, si no falsos profetas que no hacen hincapié en el sentido de su palabras, si no en el volumen de su voz.
Un poco más al norte, el frío es lo que derroca a un ya tambaleante Justin Trudeau, quien hoy tuvo que dejar su puesto después de que no fuera vista una respuesta contundente ante las amenazas de Donald Trump, sobre tomar Canadá como una provincia de Estados Unidos.
Hoy seis de enero, un gran lugar que fue creado para escuchar a territorios y personas, para contrastar ideas y construir a partir del diálogo, fue tomado por una mentira de aquel que no le importa destruir al mundo con tal de ganar. No debemos permitirnos que las mentiras por el beneficio de algunos sean el eje rector de nuestro camino. Seamos el fuego en el frío que hoy corre por Washington.