Reforma a la constitución en materia de comunidades indígenas y afromexicanas
La reciente reforma a la Constitución de México en materia de comunidades indígenas y afromexicanas representa un referente histórico en el reconocimiento y protección de los derechos de estos pueblos y su reivindicación histórica pendiente.
Esta reforma, aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados el 18 de septiembre de 2024, modifica el artículo 2 de la Constitución para reconocer a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas como sujetos de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propio entre otras cuestiones que a continuación se referirán.
El origen de esta reforma se encuentra en la necesidad de saldar una deuda histórica con los pueblos indígenas y afromexicanos de México. Durante décadas, estos grupos han luchado por el reconocimiento de sus derechos y la protección de su patrimonio cultural y territorial. La reforma busca consolidar su libre determinación y autonomía, permitiéndoles ejercer sus derechos de manera plena y establecer una relación de respeto, diálogo y coordinación con el gobierno y la sociedad.
Según el Censo de Población y Vivienda 2020, en México hay 7 millones 364 mil 645 personas que hablan una lengua indígena y 2 millones 576 mil 213 personas que se identifican como afromexicanos o afrodescendientes. En el estado de Morelos, según el Censo de Población y Vivienda 2020, hay 38,110 personas mayores de 3 años que hablan alguna lengua indígena. Además, 38,331 personas se autorreconocen como afromexicanas o afrodescendientes. Los pueblos indígenas de México tienen una historia milenaria que se remonta a las civilizaciones prehispánicas como los aztecas, mayas, zapotecas, entre otros. Estas comunidades han mantenido sus tradiciones, lenguas y formas de organización social a lo largo de los siglos, a pesar de la colonización y los cambios políticos y sociales. La población afromexicana tiene su origen en la llegada de africanos a México durante la época colonial, principalmente como resultado del comercio de esclavos. Estos africanos y sus descendientes se asentaron en diversas regiones del país, especialmente en la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, así como en Veracruz.
Hoy en día, las comunidades indígenas enfrentan diversos desafíos, incluyendo la pobreza, la discriminación y la falta de acceso a servicios básicos como educación y salud. Sin embargo, también han logrado avances significativos en el reconocimiento de sus derechos y la preservación de su patrimonio cultural. La reciente reforma constitucional en materia de comunidades indígenas busca fortalecer su autonomía y garantizar su participación en la toma de decisiones que afectan sus vidas. Las comunidades afromexicanas también enfrentan problemas similares, como la discriminación y la marginación. A pesar de estos desafíos, han logrado un mayor reconocimiento y visibilidad en los últimos años. La reforma constitucional también incluye disposiciones para proteger los derechos de las comunidades afromexicanas y promover su desarrollo cultural y económico.
En resumen, tanto las comunidades indígenas como las afromexicanas en México tienen una rica historia y contribuyen significativamente a la diversidad cultural del país. A pesar de los desafíos que enfrentan, las recientes reformas y el creciente reconocimiento de sus derechos representan pasos importantes hacia un futuro más inclusivo y equitativo. En resumen, dicha reforma se sustenta en 6 puntos importantes: 1. reconocimiento jurídico y autonomía, la reforma reconoce a los pueblos indígenas y afromexicanos como sujetos de derecho público, lo que les otorga la capacidad de ejercer sus derechos por sí mismos y tomar decisiones en sus asambleas. Sus actos y decisiones tendrán pleno valor jurídico, y podrán nombrar y elegir a sus autoridades en asambleas. 2. acceso a recursos públicos, al ser reconocidos como sujetos de derecho público, estos pueblos podrán acceder a recursos de programas sociales y administrarlos directamente. Esto incluye la asignación de presupuesto para el desarrollo comunitario y regional. 3. protección del patrimonio cultural, la reforma garantiza la protección del patrimonio cultural e intelectual de los pueblos indígenas y afromexicanos. Esto incluye la promoción de sus lenguas, la medicina tradicional y la integridad de sus tierras y lugares sagrados. 4. educación y salud, se promoverá una educación intercultural y plurilingüe, así como servicios de salud con pertinencia cultural. La reforma también reconoce la importancia de la medicina tradicional y garantiza los derechos de las mujeres indígenas y afromexicanas. 5. participación en la construcción de modelos educativos, los pueblos indígenas y afromexicanos podrán participar en la construcción de modelos educativos que reflejen sus necesidades y valores culturales. 6. consulta y consentimiento libre, previo e informado. La reforma establece la obligación del Estado de realizar consultas y obtener el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas y afromexicanos en asuntos que afecten sus derechos y territorios.
En conclusión, la reforma constitucional en materia de comunidades indígenas y afromexicanas es un paso significativo hacia la justicia y el reconocimiento pleno de los derechos de estos pueblos. Al otorgarles personalidad jurídica y autonomía, se les brinda la oportunidad de ejercer sus derechos de manera plena y participar activamente en la construcción de un México más inclusivo y respetuoso de su diversidad cultural.