La Iglesia católica hizo un llamado urgente a las autoridades de Hacienda para que liberen los recursos económicos suficientes para concluir la rehabilitación de 130 conventos y capillas que resultaron afectados por el sismo del 2017 y que desde entonces han estado abandonados causando un mayor deterioro, pero sobre todo, la molestia social de las comunidades que amenazan con movilizarse si no se les entrega cuanto antes sus parroquias.
El padre Eduardo Traeger, responsable de atender este tema por parte de la Diócesis de Cuernavaca, informó que el pasado viernes sostuvieron un encuentro de trabajo con funcionarios del INAH para conocer los avances de cada obra.
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Explicó que la realidad del sismo es que los inmuebles siguen afectados con daños que van de menores hasta graves, porque de un universo de 259 de espacios que resultaron afectados dentro del patrimonio y que están catalogados como patrimonio de la Nación y que están en custodia de la Diócesis de Cuernavaca.
Expuso que el problema principal es el recurso económico por que recordó que todos los inmuebles históricos que están dentro de un catálogo oficial, cuentan con un seguro que en su momento se aplicó, pero como todo recurso ya llegaron a su límite.
Además, los inmuebles fueron inscritos en el proceso de recibir los beneficios del FONDEN pero ante el vacío institucional se ha quedado en el aire pese a que se han requerido los recursos pero ahora el problema es que al no ver un órgano regulador como era el FONDEN, ahora todo está detenido.
Hoy, quien asume la ejecución de los recursos económicos es la Secretaría de Hacienda, pero es la fecha en que no se han liberado los dineros a pesar de que existe la promesa presidencial de que todos los inmuebles serían intervenidos y que serían restituidos en la medida de lo posible por las afectaciones del sismo, es la fecha en que no se ha hecho nada.
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Y actualmente quien sufre las afectaciones de esta falta de atención son los propios inmuebles por que las inclemencias del tiempo como las lluvias, la falta de mantenimiento, hacen que los daños sean más grandes por que al no usarse los inmuebles más se deterioran.
Hay una incertidumbre de cuando y cuanto será la aplicación del recurso por que entre más pasa el tiempo, más será el deterioro en las grietas, las humedades y otros.
Ello, dijo ya está causando inconformidades en las comunidades por que para la gente es su punto de referencia y hasta económico como Tlayacapan y Tepoztlan, sumado a que son los espacios de su vida espiritual.
Dijo confiar en que las autoridades hagan algo y reconoció el esfuerzo del INAH por asesorarlos en los trámites respectivos.
El padre mencionó que la gente ya quiere manifestarse pero sólo queda esperar, una vez que ya se empieza a generar una desestabilización social.
Cabe destacar que de los 259 inmuebles afectados, sólo se han entregado 129 con daño menor y lo más preocupante son los restantes como los conventos que sufrieron el mayor golpe por la magnitud de su edificación y su antigüedad, asi como algunas capillas que corresponden a la época del siglo XVI y XVII que fueron afectados sobre todo en la parte Oriente desde Axochiapan hasta Hueyapan, además de la catedral que sigue con el colapso del campanario.