La reforma al Poder Judicial busca acabar con el monopolio creado por ministros y magistrados, tanto a nivel federación, como el los tribunales estatales del país; a lo largo de los años, hicieron de esas instancias, cuya función es aplicar la ley con justicia, una bolsa de trabajo para familiares, amigos y cómplices.
El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) en Morelos no escapa a esos vicios, pues la mayoría de quienes llegan a ocupar la presidencia del mismo aprovechan para colocar afines es posiciones de privilegio, incluyendo a los jueces, y la semana anterior desde el Poder Judicial estatal se le dio mucho auge en algunos medios de información, a la detención de Saraí Yuallek Villalobos, por presuntos delitos cometidos durante su desempeño como juez interina en Jojutla.
No había antecedentes de los delitos que se le imputan, sin embargo se liberó la orden de aprehensión y se procedió apresuradamente a su arresto. Desde el interior del tribunal, conocidos de ella han ofrecido datos que no aparecen en la información publicada, como el hecho de que concursó, como muchos otros conocedores del derecho, por la posición de juez y, ante la serie de irregularidades que se presentaron, interpuso un amparo.
El consejo integrado por afines al presidente del TSJ, Jorge Gamboa Olea, designó a Paola Tapia Esquivel, violando normas y requisitos porque entre otros, para aspirar a ellos se debe contar con cinco años de experiencia profesional en la materia, ella se título en el 2021 y solo tiene dos años como tal.
¿Cómo y con base en qué se le dio la posición? Pues entre otras cosas, la versión interior es que Paola es "amiga" o más que amiga de Gamboa Olea, que el amparo de Saraí tumbaría fácilmente el nombramiento y se recurrió a la persecución, también como instrumento para amedrentar a otros que igualmente procedieron al amparo. Con el apoyo de la Fiscalía General de Justicia se obtuvo la orden de aprehensión para privarla de la libertad, advirtiendo a quienes se inconformaron que les puede pasar lo mismo. Durante el examen de selección ocurrieron cosas inusuales, se fue la luz en diversas ocasiones y se reinició el proceso hasta que el resultado fue el ordenado.
¿Dónde están los magistrados que han cuestionado el penoso desempeño de Gamboa en tantos casos? ¿Y las barras y colegios de abogados cuya obligación es respetar el estado de derecho porqué no levantan la voz? No les sería nada difícil encontrar elementos que prueben la irregular asignación de Paola, que de entrada no cuenta con los años de experiencia previstos para poder concursar.
O casi la mayoría de los medios que le dieron vuelo a la detención de Saraí mostraron falta de investigación en el caso o tienen compromiso con Gamboa Olea. El caso es que podemos estar frente a una acción de persecución.