El operativo aplicado en el Estado de México, bautizado como "Enjambre" sería la estrategia ideal para intentar destruir el tejido criminal armado hace décadas entre delincuentes y políticos. Ojalá no sea una "llamarada de petate" y los hechos queden ahí para el anecdotario.
Es sabido -los ciudadanos lo sabemos, también la autoridad- que a partir de la colusión de funcionarios y políticos con los maleantes, la delincuencia creció sin precedentes y la única manera de bajar el nivel de violencia es atrapando a los "servidores públicos" que han traicionado a su pueblo.
No obstante, replicar lo aplicado en el Edomex sería meter a la cárcel, que le gusta, ¿a un 80 por ciento de mandos policiacos y políticos? ¿Estaría dispuesto el gobierno federal y los estados a descansar a presidentes municipales, diputados locales, federales, algunos senadores y hasta gobernadores? Muchas instancias gubernamentales, sobre todo alcaldías, se quedarían acéfalas.
Un alto funcionario del gobierno estatal de Morelos comentaba hace poco, que difícilmente hay un alcalde, en funciones o electo, sin lazos con los cárteles del crimen, de ese tamaño es la perversión política en la entidad y eso es en todo el territorio nacional.
Quitarle los brazos políticos a los enemigos del estado de derecho es el camino para desarticularlos gradualmente, porque eso es lo que les da protección e información anticipada para evitar su captura. En lo que se refiere a Morelos, parece que por fin hay coordinación operativa entre los tres niveles de gobierno en materia de prevención, ya hay resultados y hasta liberación de secuestrados.
Pero igualmente hay un esfuerzo conjunto entre el Estado de México, la Ciudad de México y Morelos. Sería conveniente que la gobernadora Margarita González Saravia pidiera desarrollar acá el operativo Enjambre, existe mucha tela de dónde cortar y eso provocaría inhibición de los actos de delito. el coordinador de seguridad estatal, Miguel Ángel Urrutia ha dado fe de múltiples golpes a la delincuencia. Recuperación de autos robados, motos, secuestradores...
Si hay voluntad para ir por los cabecillas de los cárteles y de quienes, desde el ejercicio del poder, los protegen, las cosas cambiarán; capacidad hay, no hay grupo criminal que pueda contra el ejército, la marina, la Guardia Nacional y agregados; ojalá sigan esas grandes acciones.