Más vale nunca que…

El Tintero

El manejo de las palabras es una pasión de quienes disfrutan de la buena literatura, y si en lugar de decir más vale tarde que nunca, ahora es posible afirmar que a veces  más nunca que tarde, todo porque las acciones que se toman ofenden a la dignidad de las personas y en caso del manejo de la pandemia en su fase Ómicron, el juego que hacen las autoridades federales, estatales, educativas y todos los que hacen de acólitos del gran patriarca ya no tienen calificativo que sea suficiente, por ejemplo, el SNTE, ¿Por qué actúa de manera tan mediocre y cuasi cobarde y no acaudilla al magisterio a tomar la decisión de que el trabajo docente se haga a distancia en beneficio de todos los estudiantes de todos los subsistemas? ¿Por qué no enfrenta y evidencia a una Delfina Gómez, imagen de la mediocridad, una mujer que hizo latrocinio en su lugar de origen quitándole dinero a quienes menos tienen, los empleados municipales de Texcoco, Edomex? Una mujer iletrada que ahora, a decir de Andrés Manuel López Obrador, que la califica como honesta, honrada y competente, es mejor que todos los secretarios de Educación anteriores, a los que de un plumazo califica de corruptos y mediocres, llevándose en las espuelas a ilustres maestros, como el Doctor Don Jaime Torres Bodet y al escritor y poeta Agustín Yáñezacto de amnesia o ignorancia  que solamente subraya la arrogancia del primer mandatario en su afán de proteger a gente de su gabinete que tienen como denominador común su ineficiencia, subordinación y lambisconería que los hacen agradables a los ojos del presidente, pero, los muertos y los contagiados van en aumento, las declaraciones de Delfis, La señora del diezmo, son  las clases serán presenciales, sin que le importe que la salud de maestros y alumnos se pongan en peligro a grado  de perder la vida. Ahora, ya hay demanda en la FGR, en contra de Hugo López Gatell, de homicidio por omisión, pero sólo por el caso de dos mexicanos, lo cierto es que por sus malos oficios han muerto más de medio millón de mexicanos, todo originado por el mal manejo de la enfermedad y por minimizar el peligro de los contagios y por su estupidez de seguir el juego perverso del presidente en menospreciar el uso del cubre-boca que es el ejercicio de conducta que realmente ayuda a evitar el contagio del virus. ¡Viva México! los contagios aumentan, pero, las declaraciones desde palacio son de “no pasa nada y sólo tomen paracetamol, miel con limón y hacer cariñitos” ¡cuánta irresponsabilidad! Ya  en España se pitorrean del gobierno de México, pero lo único que le preocupa al Gran Tlatoani, es darle en la madre al cuerpo diplomático  del país, porque ahora está nombrando a diestra y siniestra a sus cuates como embajadores sin que haya el beneplácito de los países a donde pretende enviarlos, haciendo de la Secretaría de Relaciones Exteriores un simple changarro donde se venden las cosas al mejor postor o el que garantice la seguridad de que hasta en el extranjero llegará la corrupción de la 4T. Educación y saludo son los grandes problemas de México, lugar donde importa más la egolatría de un hombre que sólo piensa en el poder pasar a la historia de México como el mejor presidente que hayamos tenido jamás.

Ni duda cabe que el país se pone en aprietos y preocupación cuando se  informa que el presidente, AMLO, ingresa al hospital militar otra vez, “cosa de poca importancia, sólo es de rutina”, pues en verdad que nos ven como Dios a los conejos, … porque luego resulta que al señor irresponsable de este pobre país, le ponen un catete por problemas cardiacos, que no es asunto de poca monta en cualquier cristiano, pero el chupermán de los pobres, tan pronto puede  sale a decir “si me llego a  morir, mexicanos, no se preocupen, ya tengo mi testamento político, lo que lleva a reflexionar, ¡cuánta arrogancia Señor!, porque si “algo” le pasara al presidente de la República, sea quien sea, no necesita hacer el papel de patriarca para dejar testamento, alguien le debe informar al licenciado, que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prevé una circunstancia así, y será el Congreso quien nombre al interino, pero según se advierte hasta en una situación tan crítica está la intención de violar lo establecido en nuestra Carta Magna. No queda duda, el poder corrompe todo lo que toca. Si cuando terminan los faraónicos desfiles hay un militar de alto rango “que da el parte” ¿por qué los médicos militares no informan a la nación sobre el real estado de salud del presidente? Ahí queda. Que por el bien del país se desea que mejore. HASTA LA PRÓXIMA.

*IR