El hacinamiento y el autogobierno siguen siendo los graves problemas que enfrentan los penales de Morelos y que se desbordaron porque, en su momento, las recomendaciones de organismos de derechos humanos no fueron atendidas por la administración de Cuauhtémoc Blanco Bravo.
Lo anterior fue afirmado por Nadxieellii Carranco Lechuga, secretaria ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos, quien, sin precisar el número de recomendaciones hechas a la anterior administración, pero que fueron numerosas, afirmó que algunas penas eran aceptadas, pero eso no significó que, junto con el resto, fueran atendidas.
Eso ha motivado que, hasta hoy, entre los principales problemas que se enfrentan las autoridades en los penales de Morelos sean el autogobierno, que jamás fue erradicado, y el hacinamiento, pues en una celda diseñada para cinco personas había hasta 50 reclusas.
Lodehoy Morelos preguntó a la secretaria ejecutiva de la CEDHM en torno a los problemas más graves que prevalecen en los penales de Morelos: “Inicialmente, el hacinamiento y el autogobierno. Tenemos lugares en los que son para cinco personas y hay hasta 60 dentro; hay lugares donde las decisiones que se toman al interior no son de las autoridades, sino de las propias personas privadas de su libertad”.
Sin embargo, no son los únicos obstáculos que para el buen funcionamiento de los reclusorios estatales enfrentan las autoridades: “La falta de cumplimiento de las reglas internacionales, como las denominadas Reglas Mandela, para garantizar la seguridad y estancia digna de los internos”, porque efectivamente la precariedad en la que transcurre su estancia en reclusión, además de las precariedades, pasa por la ausencia de respeto a sus derechos.
Hay un tema que también preocupa a los representantes de las instancias defensoras de derechos humanos: “Especialmente, me parece que el tema del acceso a los servicios médicos inmediatos, así como a los abogados defensores que estén al frente de sus procesos, es una de las situaciones que más reiteradamente observamos que nos hacen falta mejorar”.
-En el sexenio anterior, no se hizo ningún caso a las recomendaciones en materia de derechos humanos…
-Se aceptaban algunas de ellas, pero no necesariamente las cumplían. Algunas de ellas eran rechazadas y, por lo tanto, algunos problemas siguen siendo reiterados y no ha cambiado la situación de las personas que siguen en estos centros.
Por supuesto que es preocupante que continúe el autogobierno por parte de los reclusos, puesto que, en un espacio acotado, restringido, en el que supuestamente es la autoridad la que tiene todos los instrumentos para mantener el control, la disciplina y el orden, sean los propios reclusos los que impongan su ley, sino que, en muchos casos, siguen delinquiendo aún tras las rejas.
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