Desde su gestión como alcalde y particularmente como gobernador, con Cuauhtémoc Blanco Bravo tanto Cuernavaca como Morelos, sufrió casi una década de rezago, sobre todo en lo que concierne a la alerta de género, tema que sigue lacerando a las mujeres.
Es la vocera de la organización defensora de derechos humanos "Digna Ochoa" quien hace el balance del paso del exfutbolista próximo a dejar el cargo por dos gobiernos en Morelos, el municipal y el estatal.
Para Susana Díaz Pineda, entre las múltiples contradicciones del mandatario, figura que cuando fue alcalde de Cuernavaca no recibió apoyo del gobierno de Graco Ramírez en seguridad. Ahora, como gobernador, le niega ese apoyo, como Graco a Blanco Bravo, a la capital del estado porque no pertenece al Mando Coordinado.
Y la misma crítica aplica para su Comisionado Estatal de Seguridad Pública, José Antonio Ortiz Guarneros, quien invariablemente ha dicho que se hace lo que se puede con lo poco que se tiene, sin explicar nunca por qué jamás se invirtió en seguridad lo que la sociedad merece para su tranquilidad. "Se le hubiera pagado a destajo, que cobrara con base en sus resultados" afirma.
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“Acaba una administración estatal, pero con Cuauhtémoc Blanco tenemos nueve años, tres en Cuernavaca y seis en el estado, y los resultados son totalmente negativos. Casi es una década en la que no se ha avanzado, sobre todo en seguridad. Hay que recordar toda esa batalla que se dio con Graco Ramírez por el Mando Único. Hoy dice que como Cuernavaca está fuera del Mando Coordinado no se le puede dar seguridad. Eso nos ha llevado a tener altos índices de violencia en la capital del estado”, refiere Díaz Pineda, quien señala que, realidad, esa falta de seguridad se ha notado en todo el estado.
Sin embargo, uno de los mayores lastres que deja Blanco Bravo y que ha costado numerosas vidas son los feminicidios. “La seguridad es un tema en el que el gobernador nunca tuvo la más mínima intención de poder incidir. Y el comisionado Ortiz Guarneros diciendo que hacía lo que se podía porque no había policías. Del mismo modo debió decir que se le pagara lo que se pudiera, y si no hay resultados, pues que no se les pague”.
La desatención a la alerta de género nos pone en calificación negativa, afirma Díaz Pineda: “Ninguna de las medidas, ninguna de las acciones mandatadas en la alerta de género, que ya cumple nueve años, han sido atendidas de manera correcta”, por lo que el gobernador se va como estuvieron las mujeres durante todo su gobierno: en la indefensión.