Frente a la ministra 2ª parte // Lo prometido es deuda…

Política para mortales

Después de haber tocado el corazón de los asistentes con la historia sobre su experiencia, conociendo a las madres buscadoras. La ministra presidenta hizo algo que no es común en estos tiempos: reconoció que el poder que preside, así como la justicia, tienen graves problemas. Me pareció interesante que lo haya reconocido, porque a pesar de ser un gobierno con más interacción con la gente, el gobierno de López Obrador no reconoce los errores que ha tenido en su gobierno. Recuerdo incluso a Claudia Sheinbaum en una entrevista preguntando retadoramente “¿en que hemos fallado?”.
A partir de los problemas que ella reconoce -la ministra- en el Poder Judicial, argumenta que nace la necesidad de una Reforma; sin embargo, debe se debe de basar en datos, pues dijo ella que no es posible improvisar. Éste me pareció el primer golpe hacia el gobierno de López Obrador, pues si bien coinciden en lo fundamental, es innegable que la improvisación parece ser una constante de este gobierno; sin embargo, más allá de la improvisación, yo diría que es un desinterés hacia los detalles y temas secundarios para el Presidente.
A pesar de que ella y López Obrador coinciden en lo primordial, es evidente que la ministra está dispuesta a retarlo y a cuestionarlo, -como lo hemos visto en sus decisiones y- en el tipo de personas que permiten su círculo: a lo que Obrador, no le interesa coincidir en lo esencial y ajustarse y enfocar los detalles, pues solo le interesa una completa y absoluta lealtad.
La ministra presidenta continuó diciendo que un Poder Judicial independiente, es algo necesario para un país democrático. Con lo cual coincido: la justicia. Eso me parece la base de la paz, pues en el momento en el que dejamos todo ante la fuerza, las libertades de los débiles se ven eliminadas por los fuertes; lamentablemente, las instituciones que actualmente se deberían encargar de brindar justicia, no han cumplido cabalmente con su tarea y por ello, hoy la justicia, no llega a los rincones en los que es requerida.
El Presidente López Obrador, ha dicho que la Reforma, puede moldearse en el Legislativo, mientras tanto, no se afecte su propuesta de que los jueces, magistrados y ministros, sean electos de manera popular. Ese fue el siguiente punto de la ministra que dijo que en el caso de avanzar esta Reforma, no llegaría al poder la persona con mayor capacidad jurídica, sino aquella persona que más ha sabido conectarse con las cúpulas de poder y es popular.
Quizá deberíamos preguntarnos: ¿un ministro del sexenio anterior, no era el mejor jurista, -aunque siempre hubo destacados-, sino aquel personaje cercano al presidente de la República? Pero en ese mismo debate, me parece que el argumento de personajes como Fernández Noroña, que argumenta que la elección popular es un medio para que el pueblo elija y destierre a quienes no lo hagan bien, puede ser una falacia, acompañado por la útil arenga de que el “pueblo no es tonto”, si no es tonto quien piensa que el pueblo es tonto.
Así como vemos los errores en el Poder Judicial, debemos voltear a ver al Legislativo y al Ejecutivo, que han sido electos por medio del voto popular y preguntarnos, si realmente es el Judicial el más ineficiente. Y si en el Ejecutivo local y en el Poder Legislativo, existen personajes más impresentables que los que existen en el Poder Judicial.
Es decir, quizá la historia nos ha mostrado que el más popular no es necesariamente el mejor, lo vemos desde la primaria cuando el más problemático pero chistoso tiene la atención del grupo y lo vemos en la gubernatura de Morelos, cuando el haragán y mal visto de Cuauhtémoc Blanco, es electo por las mayorías, cuando solamente, se ha dedicado a robar y tomarse fotografías de vez en cuando.
En el éxtasis de su discurso, Norma Piña dijo que: “…pedía al Presidente López Obrador la oportunidad para hablar y discutir sobre la Reforma”, cosa que fue inmediatamente rechazada tanto por él, como por la próxima Presidenta de México, Claudia.
Entiendo que tengan sus diferencias, pero ¿qué clase de izquierda es aquella que ante la sola propuesta del diálogo, cierra sus puertas y prefiere sólo mirar hacia dentro de su partido?
Para terminar su intervención, la ministra reconoció el lugar en donde se encontraba: Tlatelolco y sobre esa línea discursiva, señaló que: en el México actual, no habrá porvenir, sin mirar el pasado y qué, Tlatelolco, es la prueba de que la historia mexicana, está llena de riquezas; pero también de complejidades, pero que sobre esas complejidades, la historia se teje con hilos de resistencia.
Es cierto que la Reforma al Poder Judicial es importante, pero creo que si es hecha con un pensamiento político que beneficie al Poder Ejecutivo y le haga creer de una manera falsa y ruin a la gente que es por su beneficio, estaremos poniendo sobre la mesa una bomba que algún día explotará.
Decía Salinas que el reformador, corre un gran riesgo, porque los beneficios tardan en llegar; pero, las afectaciones, llegan inmediatamente.
Pienso que la Reforma al Poder Judicial, como otras acciones del Presidente López Obrador, son contrarias; la Reforma al Poder judicial, parecerá tener un beneficio inmediato para las y los ciudadanos, les hará pensar que se termina un poder con privilegios y, que ellos, tomarán el poder de la justicia.
Pero, me parece que lo que realmente está pasando, es que se ganan los argumentos del hoy, pero mañana, cuando los encargados de la justicia que serán electos de manera popular, -primero propuesto por las cúpulas de la actual poder-, no sabrán darle la justicia -que hoy pobremente- se le da al pueblo de México y, se notará claro, que hubo un error. Sin embargo, el Presidente, ya estará muy lejos para enfrentar lo que hizo en su gobierno.
Los poderes tienen grandes problemas, pero deben aprender a coexistir.
Como lo dice la ministra: “…si caminamos hacia el porvenir, sin mirar hacia el pasado, no notaremos que ante el hambre de poder y la soberbia, -para pensar-, que uno, tiene todas las soluciones y no necesita de los contrapesos y puede ir a los pueblos a fingir foros, donde sólo se escucha la voz del político que habla.
Concluyo: sólo puede haber un poder, que prometía esperanza y, se convierte en otra decepción histórica.

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