Durante el fin de semana, la macabra cifra de feminicidios en Morelos sumó cinco víctimas más, demostrando el fracaso en la estrategia de seguridad, afirmó el titular de la Comisión Independiente de Derechos Humanos, José Martínez Cruz.
Dos feminicidios fueron cometidos en Temixco, otro más en Yautepec, y dos mujeres morelenses fueron halladas muertas en Guerrero, lo que da cuenta de que el fenómeno sigue creciendo.
La estrategia de seguridad ha fallado porque tenemos elementos de la Guardia Nacional en el corazón de Cuernavaca y no en los lugares donde están ocurriendo los feminicidios, pues solo llegan a resguardar la zona del crimen, como resalta la ironía popular.
Más Guardia Nacional ha provocado que disminuyan los policías de proximidad, ya prácticamente no existen. Tampoco se están aplicando estrategias de prevención. Circulan policías de género con patrullas pintadas de rosa, pero no hay ningún resultado, y la muestra está en que en un solo fin de semana hay cinco víctimas más de feminicidio.
“Con base en los estudios que esta Comisión, junto con otros organismos nacionales, hemos documentado que las causas estructurales que motivan la violencia no solo contra la mujer, sino contra toda la sociedad, parten de la impunidad que predomina en todo el país y desde luego en Morelos”, señala.
Y las cifras son graves: “En el caso de los homicidios, que más del 93 por ciento permanezcan impunes, nos habla de que solo siete de cada cien personas que cometen un asesinato son procesados”, refiere.
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Considera que si cuando se comete un crimen de alto impacto no se detiene a las personas, estamos en el peor de los escenarios posibles: “Porque cada vez vemos cómo militares y elementos de la Guardia Nacional se pasean por aquí. Matan a dos mujeres en Temixco y ahí no hay nadie. Asesinan a otra mujer en Yautepec, y tampoco están allá. Matan a jóvenes, a niños, a familias enteras y ¿dónde están? Por eso alguien dijo: solamente llegan a resguardar las escenas del crimen, porque ahí sí llegan tres o cuatro patrullas”.
Y la califica como una estrategia de seguridad fallida. Utilizan la fuerza pública de manera desequilibrada, porque llenan las calles del Ejército y de elementos de la Guardia Nacional, y disminuye la policía de proximidad. “Algunos han dicho: lo que se requiere es policía de proximidad para que se coordine con la gente, pero otra vez: ¿dónde está la policía de proximidad?”
Y va más allá, tratándose de los feminicidios: “¿Dónde está la policía de género? Solamente circulan las patrullas pintadas de rosa, pero no acuden a los llamados, y en cuanto a las medidas de protección, la Comisión Estatal de Seguridad Pública afirma que están ocupados en los resguardos, porque andan protegiendo, ¿a quiénes?”
Refiere que la Independiente de Derechos Humanos ha presentado medidas de prevención y de seguridad, y cuando se pide apoyo a la CES solamente llegan a preguntar “¿qué pasó?”
Hay una crisis de inseguridad terrible, una estrategia inadecuada y no hay atención a las causas estructurales, refiere. Y mientras siga la impunidad, será carta blanca para que sigan actuando los criminales.