Es tiempo ¡ya! Que las autoridades educativas, de salud y de todos los grupos que tienen la responsabilidad de velar por la seguridad no solamente física sino de todos los órdenes, y cuidarse para evitar los contagios del virus, llámese como sea, en las escuelas, tiene que ser un propósito a lograr de inmediato, y no esperar a que el daño esté hecho para dar indicaciones, como siempre, demasiado tarde. Son muchos los maestros de uno y otro género, los que después de la vacunación se fueron a la cama, con grandes molestias, justo es decir, que el Departamento de Secundarias Técnicas les dio tres días a partir del día de la vacuna, que como se dice, más vale prevenir que tenerla que mentar, y los maestros guardaron reposo, no así, en las primarias y secundarias tanto federales como particulares, los docentes tuvieron que ir laborar poniendo en riesgo su salud y la de los alumnos, pero eso sí, los supervisores de todos los subsistemas están pendientes a las ocho de la mañana de cada día laboral para que sean informados de que si llegaron los maestros, que cuántos alumnos tienen, que si hay algunos enfermos, y así sucesivamente, toda la parafernalia burocrática que sólo sirve para llenar de papeles los escritorios de las laps, que para único que sirven es para dar informes que en la práctica no sirven para nada. Es importante que sean los padres y los maestros quienes tomen la decisión de regresar a las clases en línea, son los que están en contacto con los niños los púberes y los jóvenes, que por más que los desinfecten a la entrada a los planteles y los manden a lavarse las manos constantemente, el peligro existe y no a la manera mediocre e irresponsable de Hugo López Gatell, que de médico tiene lo que yo tengo de astronauta, minimizar el problema, porque con la salud de manera específica no se juega, Es necesario que mandemos al diablo el color de los semáforos, no hay mejor color que los cachetes colorados por la temperatura de las personas, ese es el que grita, ¡está enfermo!, luego, pues a poner los pies en polvorosa, y lo que es peor, a buscar al médico de consultorio particular, porque los de asistencia social, las clínicas están saturadas, luego no es posible creer que Andrés Manuel López Obrador, contagiado por necio e irresponsable, pues debe ser él quien debe dar el ejemplo de uso del cubre-bocas, y deje el discurso que antes era barato y ahora con la pérdida de tantas vidas humanas, sale muy caro, de que “a nadie se le obliga” y desgraciadamente nuestro pueblo sigue en buena parte en un grado de ignorancia que hace caso de esta forma de pensamiento presidencial y de ahí se aferra a no tomar las precauciones que el asunto requiere. Los niños que van a las escuelas de manera presencial, son verdaderamente felices, son los pájaros que salieron de las jaulas, pero si por cuidar la vida es necesario tomar la decisión dolorosa de regresar al encierro, ¡que se haga! Porque parafraseando a Vicente Guerrero, se puede decir, la vida es primero.
Hace años, cuando los perros se amarraban con longaniza y los niños tenían inocencia, en su lenguaje coloquial, a la hora establecer reglas en el juego, decían, chiras pelas, no se vale de uñita, o bien, lo que hace la mano, hace la tras, esta frase se hace vigente en el ambiente político, porque nuestro actual presidente después de buscar por años el puesto que ahora tiene hizo promesa tras promesa, ahora lleva tres años en la silla maldita, como decía Zapata, sigue haciendo promesas como si siguiera en campaña, no se ha dado cuenta que el tiempo se le acaba, y viene a cuento porque los nuevos presidentes municipales que ya están donde querían no han empezado a trabajar y las cosas se ponen peores, porque la delincuencia en el estado es imparable, no respeta calles, espacios públicos, domicilios ni familias, mientras los munícipes se la llevan tranquila, pero eso sí, aprovechan los espacios de entrevistas y siguen haciendo promesas, como ahora sí, terminamos con la delincuencia, vamos a poner orden en el comercio banquetero, las calles serán iluminadas, se va a mejorar el transporte colectivo, habrá agua para todos y la basura se llevará a un buen lugar. El tiempo se los come, pero siguen en la borrachera del triunfo y como el Jefe ni suda ni se acongoja y lo que le preocupa es ver la forma de terminar con el INE, los presis chirris, siguen su ejemplo. Así las cosas, HASTA LA PRÓXIMA.
*IR