La Nueva Legislatura

Vuelta a la izquierda

Los pendientes legislativos en Morelos son una necesidad que debe ser prioritaria del gobierno entrante. Sin embargo, para que eso sea así, es necesario modificar vicios que se vienen arrastrando de varios años atrás y que han dejado ver que la ambición desproporcionada de quienes se ostentan como representantes populares, esta muy por encima del compromiso que adquieren con el pueblo de Morelos, una vez que sienten que tienen el poder para dedicarse a saquear, con toda impunidad, las arcas públicas.
Algunos de esos diputados, que hoy se reparten el botín económico del Congreso, van a repetir en la próxima legislatura. Ello, por un lado, les mantiene el fuero que impide sean juzgados como cualquier ciudadano. Pero no impide que sean señalados desde ya, como saqueadores y no como representantes populares, porque en los hechos eso son.
Actuar desde un espacio de poder para abusar y servirse, es una acción reprobable que deja en claro la calidad moral y ética de quienes realizan tal acción, es así como los tres diputados de Morena Paola Cruz, Macrina Vallejo y Alejandro Bermúdez están dentro de este paquete y seguramente mas de uno de ellos buscara integrarse al nuevo gobierno, sin embargo, con estos antecedentes seguro esa posibilidad se va a replantear.
Los demás que pasaran a integrar la nueva legislatura abrán ya marcado su futuro político, deben ser marginados de la toma de decisiones trascendentes del Congreso y tomarlos en cuenta solo como integrantes de la legislatura porque recibieron su acta de mayoría y otros de asignación pero que son diputados sin un verdadero compromiso social y solo ven por delante sus intereses particulares. Es el caso de dos diputados aliados del PT Tania Valentina que es ampliamente conocida por sus negociaciones a partir de sus propios intereses y Alberto Sánchez que lo mismo el pragmatismo y la ambición personal son sus principales virtudes.
Es así como la nueva legislatura de Morena tendrá el gran compromiso de atender demandas de verdadero interés social, legislar a favor de los sectores que más lo requieren y sacudirse ese paradigma de legislaturas que se van al basurero de la historia, tarea que tiene que ver con su relación con el ejecutivo y la capacidad de operación del mismo. Debe ser un Congreso que debe anteponer la imperiosa necesidad de vuelco a la acción pública, reivindicar a la clase política para salir del enorme bache que hicieron desde varias administraciones atrás.
No hay excusa, las condiciones para que eso pase están mejor que nunca. A diferencia de legislaturas anteriores el nuevo gobierno tiene proyecto y sabe lo que hay que hacer para desarrollarlo. La gobernadora se caracteriza por cumplir compromisos y saber actuar de manera responsable ante situaciones de crisis. Por ello esta nueva legislatura tiene esa gran oportunidad de estar a la altura del ejecutivo y dedicarse a realizar su tarea con responsabilidad. Lo primero será echar abajo toda la basura que le deja la legislatura saliente y recomponer la página, van a contar con la mayoría necesaria para revertir todo lo que, de mala fe, aprobó la legislatura saliente.
Así pues, el compromiso con Morelos es inmenso, pero hay que cumplir porque para eso se lucho durante varios años. No hay pretexto, de aquí en adelante hay que marcar un nuevo derrotero en la historia de Morelos porque es necesario y ya es momento de regresar a tener un estado digno que de bienestar a su pueblo.

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