El problema de la informalidad se ha desbordado, pues ya ocupa el octavo lugar nacional en el comercio ambulante, afirmó Ricardo López Jiménez, presidente de la Canaco Servytur, quien afirmó que esta situación mina las expectativas de crecimiento de comercios y otras empresas que sí están cumpliendo con el pago de impuestos.
Y algo más grave: Morelos ocupa ya el sexto lugar nacional en pobreza laboral, lo que equivale a señalar que casi la mitad de la población se enfrenta al problema de que lo que gana no le alcanza para alimentación, vivienda y pago de servicios esenciales, como agua y energía eléctrica.
Es comprensible que la gente busque alternativas para procurar el sustento, señala López Jiménez, pero la entidad ahora rebasa por mucho el promedio nacional de 52 por ciento, mientras en Morelos ya llegamos al 63 por ciento.
Este problema se ve reflejado en dos vertientes: la baja en las ventas de los comerciantes y la escasa competitividad de las empresas, así como la baja recaudación para las autoridades, recursos indispensables para sustentar los programas sociales, por lo que urge poner freno a esta tendencia al alza imparable del comercio informal.
“La informalidad, a nivel nacional, ocupa un 52 por ciento en la entidad, pero resulta que Morelos tiene el 63 por ciento, lo que resulta en que nosotros tenemos el octavo lugar nacional en informalidad. Eso no es sano”, refiere el líder de la Cámara de Comercio de Cuernavaca.
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A pesar de que los trabajadores que se hallan en la informalidad laboran en condiciones de precariedad, sin medidas de seguridad e higiene, que no tienen acceso a prestaciones sociales ni el reconocimiento de sus patrones, el hecho es que prefieren obtener un ingreso de esta manera, ya sea porque no tienen la preparación académica necesaria para tener un empleo bien remunerado, o simplemente porque los salarios son tan bajos, que no importa sacrificar las prestaciones si se va a obtener más en un empleo informal.
De acuerdo con estudios de México Cómo Vamos, con datos de 2022, Morelos ocupa el lugar 23 en el índice de progreso social, es decir, que las condiciones de vida de las familias no han mejorado significativamente.
El crecimiento inusitado del comercio informal, de acuerdo con la organización, en Morelos encuentra explicación en que, a cambio de no ofrecer prestaciones ni establecer un vínculo laboral, se paga mejor a los trabajadores del comercio ambulante.
En efecto, la pobreza laboral en Morelos alcanza al 45.95 por ciento de la población, por lo que no queda otra opción que lanzarse al autoempleo vendiendo en las calles, o emplearse con ambulantes más consolidados que requieren de empleados.
Se trata de un círculo vicioso que urge romper: bajos salarios que generan el crecimiento informal, que desemboca en no tener prestaciones sociales para los trabajadores y, por tanto, cada vez se deteriora el bienestar social.