Se nos fue…se nos pasó…

Política para mortales

Dijo muy seguro el Presidente, desde la tribuna de La Mañanera: “…se nos fue en la iniciativa -refiriéndose a un aspecto de la reforma al Poder Judicial- que tienen que tener cinco años de experiencia los que puedan participar como jueces, magistrados, ministros. Yo he estado en contra de eso y, sin embargo, se nos pasó”.
En la persona del Presidente, no es de extrañar la controversia, ni sus posturas polarizadas, pues cada día, a lo largo de seis años, así acostumbró a la población y así lo replicaron los encabezados de la Prensa aliada. Ahora el primer mandatario, sin perder ese hábito y a escasos meses de pasar la banda tricolor a Sheinbaum, señala abiertamente y de nueva cuenta, que no importa la experiencia en los cargos, sino la actitud de buena voluntad y la lealtad de los responsables; tal cual lo manifestó uy llevó a cabo durante su administración y que ahora, -todo indica-, será la misma fórmula aplicada en las personas a quienes se le va a instalar en un puesto en este nuevo gobierno que está por comenzar. 
Yo, no llego a acostumbrarme a este tipo de declaraciones porque como joven estudiante de nivel universitario, escuchar que no importa la experiencia, me desconcierta y confunde, me obliga a pensar que las aulas están de más… eso desalienta el valor del esfuerzo, el logro personal del mérito y la satisfacción individual y el orgullo por mis logros, yo soy una persona que resuelve por medio del conocimiento, el estudio, la investigación y el análisis y me apasionan los temas que dan sentido a la Política de este país y no me refiero solo al tema de los jueces, magistrados y ministros, es por lo visto, que así lo quieren aplicar en todos los niveles y áreas de gobierno. 
Yo, deseo regalar a mis padres un título que corresponda y sea proporcional a la altura de sus esfuerzos y su apoyo permanente e incondicional para que yo alcance mis metas personales, como esta carrera profesional que ahora curso; para mí el siguiente paso es conseguir por medio de exámenes de oposición, el espacio y la responsabilidad en la secretaría de gobierno que siempre he deseado y conseguirlo, es para mí demostrarme a mí mismo, que tengo la capacidad porque es reconocida ante sinodales y académicos especializados y es que, así ha sido por tradición en mi familia; es muy fácil y simple descargar el mérito a la “buena voluntad” y los logros personales, endosarlos acaso un “padrino” político para conseguir el cargo y, eso no es mi caso, ni el de mis compañeros en la Universidad; aunque es por igual, es también lamentable saber, que para algunos otros, ese es el camino ideal para triunfar y participar en la política y las decisiones del país. 
En esta mañanera del lunes 8 de julio, afirmó el Presidente:  “Siempre dicen: ‘No, ¿y la experiencia?’ Pues si van a ser abogados titulados, y la escuela, pues. Y si hace falta un curso especial, se lleva a cabo sobre la función específica de un juez. ¿Qué, es muy compleja la impartición de justicia cuando se actúa con rectitud y no por consigna, como suele pasar?
Como joven y como estudiante de universidad, debo replicar que sí. Que sí, “…es muy compleja la impartición de justicia cuando se actúa con rectitud y no por consigna…” Sí, sí lo es y por eso es que para que exista la verdadera justica, debe prevalecer el derecho y no es suficiente decir desde la tribuna que:  “…un hombre que se titula como abogado sale con mucho entusiasmo de hacer valer la ley, está lleno de frescura, de ideales, de llevar a la práctica la máxima de que: al margen de la ley, nada; y por encima de la ley, nadie…”
A mi gusto, esta ocasión, hay algo que es muy real y atinado en parte del discurso de La Mañanera:  “..se nos fue…se nos pasó…” 
Ojalá corrijan y no se piense que todos somo cortados con la misma tijera como asegura el Presidente, cuando señala: “…ya cuando va pasando el tiempo y ya a los cinco años ya ni hablemos, porque antes casi en todos los requisitos están 10 años de experiencia, ya a los 10 años ya saben, pero bastante, pero ya perdieron la mística, ya la fueron dejando en el camino, ya aprendieron otras cosas que no se necesitan…”
La satisfacción personal del logro, el mérito y la ética, así como la moral, es personal y en mi caso, se hereda de familia.
Entonces: sí… se les fue…se les pasó

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