Alejandro Moreno Cárdenas "Alito", presidente del CEN del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no ganó un sólo diputado federal de mayoría en la elección del pasado 2 de junio, ha venido perdiendo las pocas gubernaturas que tenía el tricolor y estuvo a muy poco de perder el registro, sin embargo se ha atrincherado en la dirigencia nacional, y modificó los estatutos para reelegirse, sin importarle el rechazo de las pocas bases que conserva.
El personaje tiene diversas denuncias por actos de corrupción cuando fue gobernador de Campeche y lo único que le importa es salvar el cuero, por eso se puso como numero uno en la lista de plurinominales al senado y seguir al mismo tiempo en la dirigencia.
La verdad es que a "Alito" a nivel nacional y Jonathan Márquez a nivel estatal, los podemos considerar como los sepultureros de un partido que gobernó este país durante 77 años, y que cual enfermo de cáncer terminal, está muy cerca de fallecer. Cualquier dirigente partidista con algo de amor a la camiseta, con el fracaso electoral que surgieron, habría puesto su renuncia sobre el escritorio, pero no, primero están los intereses suyos y luego los del instituto.
Qué pena, porque si bien es cierto que la sociedad acabó repudiándolos por cansancio y corruptelas, sobre todo a partir del gobierno de Carlos Salinas, durante las primeras décadas de gobierno hicieron muchas cosas positivas.
A partir de los 80s del siglo pasado, los gobiernos priístas comenzaron a manejar a México como una empresa de su propiedad, entregando recursos, infraestructura del pueblo mexicano, a particulares o a capitales extranjeros, en cuyos negocios aparecían ellos mismos como accionistas una vez que dejaban el cargo.
Siempre se ha insistido en que Carlos Salinas le "vendió" Telmex a Carlos Slim, pero él sigue siendo socio de una empresa que nos pertenecía. Qué decir de Felipe Calderón, panista que igual hizo de las suyas y de Enrique Peña Nieto.
Todo eso fue minando al que fuera por casi ocho décadas, el partido hegemónico y que con los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, entonces secretario general del PRI, inició su debacle. Sin embargo, el tiro de gracia se antoja se lo dará este corrupto y cínico personaje, "Alito", que echara a los pocos priístas de carrera y experiencia.
Morena, o más directamente el presidente Andrés Manuel López Obrador, han contribuido de manera importante en la extinción del tricolor, así como desmantelaron al PRD de las ratas de los "Chuchos" -Jesús Ortega y Jesús Zambrano-, se antoja que enterraran a lo que queda del tricolor y Moreno Cárdenas los viene ayudando. En Morelos, Jonathan sólo da pena, servil de "Alito", tampoco piensa en dejar el CDE y desesperado por no perder privilegios, pelea una diputación local plurinominal haciéndose pasar por indígena. No tienen ética ni moral.