En Cuernavaca no hay autodefensas, pero sí un alto riesgo de que la gente recurra al linchamiento, para poner freno a maleantes y células delictivas que están actuando impunemente, afirmó Diego Torres, líder de Colonias Unidas.
La crispación social por la inseguridad está llegando a límites insostenibles, porque la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES), a cargo de José Antonio Ortiz Guarneros, y la Fiscalía General del Estado, bajo la responsabilidad de Uriel Carmona Gándara, han olvidado a la gente, no están cumpliendo con su tarea, que son la prevención y el seguimiento, así como la conclusión de las carpetas de investigación contra criminales y organizaciones delictivas.
“La gente va a salir, aunque no constituya autodefensas, aunque no sea una policía comunitaria, hay el riesgo de un linchamiento, porque hay una crispación social, porque se está pasando ya el crimen, las células que están operando y barriendo las calles, molestando a todo el mundo”, afirma.
En el caso de Santa María Ahuacatitlán, afirmó que no hay autodefensas. Lo que existe es una comunidad organizada que ha hecho llamados a la autoridad sin recibir respuesta. Son varios escritos dirigidos mucho hace, no de ahora, a la Fiscalía General, y ninguno ha sido respondido.
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En el caso de Santa María Ahuacatitlán, refirió que las autoridades de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (SEPRAC) tuvieron una reunión para exponer su problemática y explorar soluciones, e incluso se entrevistaron con la Guardia Nacional, que envió 35 elementos de seguridad para apoyar a la comunidad.
Y advirtió los riesgos: “Cuando los criminales son ocho y molestas a 800, las cosas no van a acabar bien. Ahí en este pueblo -Santa María- o en cualquiera de las colonias que tiene Cuernavaca existe una alta probabilidad de que la gente haga justicia por propia mano”.
Se trata de un llamado de alerta, acaso oportuno, que va más allá de las deficiencias, fallas y desinterés de la CES como de la Fiscalía General, porque debido a su falta de resultados, el surgimiento de autodefensas o policías comunitarias puede ser una salida por la que opte mucha gente, pero también que decidan hacer justicia al momento.
“Existe el riesgo de que la gente salte y haga justicia de manera sumaria, masiva y ejemplar con un escarmiento a la gente que la está molestando, porque las autoridades que pagamos a través de nuestros impuestos, que se rigen por una Constitución que nos dimos después de un proceso revolucionario, es letra muerta y eso es muy triste”, advierte.
Expuso que la confianza en la CES y la Fiscalía está por los suelos. Citó que con la CES se había llegado al acuerdo para la instalación de cámaras de vigilancia, que los vecinos aportarían la energía eléctrica y el internet. Cuando un vecino fue asaltado y acudieron al C-5 para obtener las imágenes, se las negaron, bajo el argumento de que formaban parte de la carpeta de investigación. El hecho es que de nada sirvió la estrategia, porque hasta la fecha, la CES no ha informado de avances en el caso.