El avance tecnológico y el desarrollo de internet han transformado profundamente las dinámicas de la ciudadanía y sus formas de actuar. Estamos inmersos en una era digital que está redefiniendo conceptos y comportamientos sociales, de los cuales, cabe destacar las actuaciones en la defensa de los derechos humanos, primeramente entendamos que el activismo digital comprende de la participación activa en redes sociales de personas creando dinámicas de información, sensibilización, educación y movilización social usando la web. En donde se busca la divulgación masiva para ejercer presión a las autoridades competentes para hacer proteger , cumplir, o expandir derechos humanos que están siendo vulnerados, pues es bien sabido el poder de convocatoria con el que cuentan las redes sociales.
Esto trae consigo beneficios tales como; visibilización de injusticias que de otra manera pasarían por inadvertidas, injusticias cometidas contra mujeres, niños y el medio ambiente por mencionar algunos casos, es verdad que no siempre se logra el cometido, pero algunas cuantas veces ha habido casos en los que se ha logrado un cambio en la configuración de las leyes. Asimismo gracias al gran alcance de las redes sociales, el activismo digital también promueve la concientización para exigir y hacer cumplir los derechos.
Cabe mencionar que el activismo digital no suele limitarse en una pantalla, pues también es utilizado como una herramienta de convocatoria para la organización de protestas y movilizaciones, lo cual permite tener una mayor participación.
Sin duda el uso de las redes sociales representa una herramienta poderosa para el activismo para la protección de los derechos humanos, en la era digital estas plataformas no solo permiten una difusión rápida y masiva de información sobre violaciones y abusos, sino que también facilitan la creación de movimientos de solidaridad y protesta.