Es indispensable que, cuanto antes, se tipifiquen los crímenes por odio para frenar la ola de violencia que padece la comunidad LGBT, pues de 2012 a 2021 se tienen registrados 23 de estos casos y cada vez con mayor violencia.
Esto lo afirmó Isidro Añorve, integrante de la diversidad sexual, quien señaló que, en el 70 por ciento de estos casos, las víctimas son transexuales, y también se tienen otros registrados de dos homosexuales y dos lesbianas.
No hay cifras recientes, justo porque los crímenes de odio no están tipificados, pero en los dos últimos años, hay dos casos de lesbianas que, por fortuna, fueron resueltos por la Fiscalía del estado, pero se los clasificó como feminicidios.
Los crímenes de odio, al no estar tipificados de esa manera, son perseguidos como feminicidios, señala, por lo que se le cuestionó si se tiene que exigir a la Fiscalía que reconsidere la forma en que los cataloga. No obstante, es claro que esa instancia solo puede actuar como la ley la mandata. Por tanto, orienta su petición hacia los diputados.
“El exhorto es para la legislatura actual, que aún tiene algunas sesiones pendientes que, si hay voluntad política, aún pueden sacar la reforma política de crímenes por odio. Esto marca un parteaguas, porque así como el crimen de Valentina Sodi está pendiente, también en esa situación está el del magistrade Jesús Ociel Baena (muerto a cuchilladas en su departamento, junto con su pareja), porque las legislaturas de los estados se han negado a tipificar ese tipo de muertes como crímenes de odio”.
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No se justifican los crímenes de odio, como en el caso de Valentina, afirma Isidro Añorve. Ella tenía dos años administrando ese negocio, incluso tenía otro que tuvo que cerrar por la pandemia. Además, era una empresaria, porque tenía una veterinaria, y tenía otros negocios”.
Sin embargo, ella se dedicó siempre a su show travesti, al espectáculo de la imitación. “También se dedicó al activismo por la diversidad sexual, eso también es parte de las investigaciones. Cuando es un crimen por odio, como se establecía en la reforma que nunca salió, se tenía que investigar por la orientación sexual, por la identidad de género y por tener un activismo a favor de la comunidad LGBT”.
Con respecto al registro de casos, afirma: “Del 2012 al 2021, el Informe Nacional de Crímenes por Odio, que es público en su página de internet, en Morelos se tienen registrados 23 crímenes de esta naturaleza, el 70 por ciento en agravio de mujeres transexuales, y hay otra pequeña cantidad de hombres gay y otros dos contra mujeres”.
Señala que en los dos últimos años no tienen registrados crímenes por odio en la entidad, porque justo por no estar tipificado así como delito, es muy difícil establecer estadísticas.