Y NO PASA NADA. A más de dos semanas de los lamentables hechos en los que nuestra compañera perla Aguilar, reportera de la zona sur del estado, fue agredida físicamente por una funcionaria del gobierno de Tlaltizapán que, encabeza Gabriel Moreno, al menos de forma oficial, salvo un escueto comunicado que emitieron un día después de los hechos, hasta ahora el ayuntamiento y mucho menos el edil ha informado sobre las consecuencias administrativas y legales. En el comunicado la autoridad municipal aseguró que tomarían cartas en el asunto, pero tal parece que esas cartas ni siquiera existen. Del mismo modo, la avestruz, de la Comisión Estatal de seguridad (CES), sigue en su condición de cabeza bajo tierra, sin dar cuentas acerca de la nula capacidad de reacción de la famosa herramienta de prevención del delito conocida como botón de pánico. Hasta ahora todos callados como si el propósito solo fuese dejar que el tiempo se lleve todo.
SUS PRIORIDADES. Para la gobernadora electa de Morelos, Margarita González Saravia no resulta nada grato que en el poder judicial del estado sigan las pugnas entre la mayoría de los magistrados y el presidente de organismo, Luís Jorge gamboa olea, sobre todo por la importancia de la impartición de justicia; sin embargo con gran cinismo el magistrado en cuestión aseguró ante medios de comunicación que está procurando un primer encuentro con Margarita Gonzáles y ¿duál cree usted que es el principal objetivo? pues si, efectivamente lo que buscará en este posible encuentro el cuestionado presidente del TSJ es que le liberen más recursos bajo el pretexto de lograr mayores alcances en la impartición de justicia. dice un proverbio hebrero que "el que es fiel en lo poco es fiel en lo mucho, por lo que el tribunal con un presupuesto cercano a los mil millones de pesos en este 2024 ha destacado por sus desencuentros y jaloneos que, por una verdadera administración e impartición de la justicia. Muy a pesar de eso, el magistrado presidente solo piensa en tener una mayor capacidad financiera ¿para qué' no lo sabemos, pero de lo que si estamos seguro es que el TSJ se ha convertido en una especie de jaula de las locas que nos cuesta mucho a los morelenses, pero que nos beneficia muy poco o nada.
NADA LE EMBONA. Al interior del gabinete del todavía jefe del ejecutivo morelense, Cuauhtémoc Blanco, en todos los niveles, andan muy nerviosos sin saber qué hacer o con el gran temor de que si dan un paso en falso se les vayan encima el Cuauh o su hermano incómodo, Ulises Bravo. Advierten los que están ahí en la línea de guerra que está confirmado claramente que Margarita no significa en absolutamente nada continuidad del desgobierno de Blanco. Por eso y aunque todavía no asume el poder, dicen que para el Cuauh Margarita ha causado una sombra que lo opaca y que él no ha estado para nada dispuesto a aceptarlo. Por eso, incluso ha ordenado dar de baja o castigar a aquellos que sin su consentimiento se reúnen u organizan alguna actividad con la próxima gobernadora. Sin embargo, hay funcionarios que sin pedir permiso por el solo hecho de pertenecer q la 4T desde siempre han apoyado a Margarita, motivo por el cual no temen exponerse a los berrinches del ex futbolista.
ANARQUÍA. El accidente que se generó ayer en los límites entre Cuernavaca y Temixco, que causó la volcadura de una pipa, es el claro ejemplo de lo que se vive en el transporte público, un sector que goza de una gran anarquía. Testigos aseguran que la pipa volcó para evitar el impacto con un autobús de pasajeros que venía correteandose con otro de una línea distinta, ambos del servicio colectivo del transporte en la zona metropolitana. La gran mayoría de los accidentes entre transportistas se dan por falta de precaución, por exceso de velocidad y por las malas condiciones mecánicas de las unidades del transporte, pero como no va a suceder esto si prácticamente las autoridades estatales suspendieron la revista mecánica que, garantizaba el buen funcionamiento de los colectivos; por otro lado no hay quien ponga control sobre choferes y concesionarios porque todos rebasan los límites de velocidad y muchas veces ni siquiera respetan los señalamientos viales. Hay muchos pendientes en el transporte público del estado, pero el más grave es el que pone en riesgo la vida y la integridad física de miles de familias en Morelos.