Dar vueltas

A media palabra

Los miembros de ésta sociedad, debemos dar de vueltas para encontrar el amor Debemos de dar vueltas para encontrar el conocimiento que el ser humano debe  tener de su propia existencia, de sus estados y de sus actos.
Cada uno, debemos de dar vueltas, para saber que llevamos a cuestas nuestra propia responsabilidad. Debemos de dar vueltas para tomar buenas decisiones y eso es facultad exclusiva e innata de la conciencia.
Como un deber inaplazable, debemos de dar vueltas para encontrar el conocimiento responsable y personal del estado de las cuestiones políticas del país. Debemos considerar a la conciencia como la capacidad que nos indica lo qué está bien y lo qué está mal.
Ante la falta de sensibilidad, debemos de dar vueltas para considerarla en nuestra agenda de vida. Moralmente debemos de dar vueltas, para estudiar el bien y el mal y sus relaciones con el comportamiento humano y, que cada quien lo debe hacer desde su especialidad, porque la conciencia y lo que eres en verdad, son lo mismo.
Debemos de dar vueltas para tener conocimiento del cúmulo de costumbres y normas que durante mucho tiempo hemos construido, mismas que dirigen el comportamiento humano en nuestra sociedad.
Debemos considerar que hoy día en un equipo deben existir pensadores, hacedores y observadores. Debemos de dar vueltas para estudiar las ideas, sus caracteres y especialmente sus orígenes, porque son éstas las que caracterizan a una persona.
Pero también debemos dar de vueltas para considerar que un individuo se compone de partes abstractas, mismas que son  tradicionalmente consideradas como inmateriales y que junto con el cuerpo o parte material, constituyen  al ser humano.
También debemos considerar que el alma en determinadas creencias, es la parte espiritual e inmortal del ser humano, misma que se separa del cuerpo tras la muerte de la persona.
En fin, dar de vueltas es hacer un cambio radical respecto al pasado inmediato, que se puede producir simultáneamente en distintos ámbitos, esto es: en lo social, en lo económico, en lo político, en lo cultural y en lo religioso.
También debemos de dar vueltas para considerar que introspectivamente, tendremos un enfrentamiento interno sin retorno entre  intereses contrapuestos, lo que somos, lo que criticamos y lo que queremos ser.
Debemos de dar vueltas, para estar conscientes que los individuos irresponsables en sus asuntos, son hermanos de los que destruyen, y; debemos considerar a  la inteligencia emocional como aquella que maneja los sentimientos y emociones propios.
Y al continuar dando vueltas, aun cuando encontrásemos a la persona con  la capacidad para comunicarse en los dos sentidos, saber expresar claramente sus ideas y sus instrucciones, lograr que su gente y sus adversarios las escuche y las entiendan, que escuche y considere lo que el grupo al que dirige le expresa, una persona con inteligencia emocional, con capacidad para establecer metas y objetivos, con capacidad de planeación, con sentido del deber de cumplir, sabedora de sus fortalezas y debilidades, líder que crece y hace crecer a su gente, que no se aferra a su puesto, que enseña a su gente, delega funciones y crea oportunidades para todos, que además tiene carisma,  llama la atención, es agradable a los ojos de las personas, se alimenta con la excelencia, es innovadora, utiliza el poder en beneficio de todos, líder informado que sabe procesar la información, la interpreta inteligentemente y la utiliza en la forma más creativa para el bien, pues dicha persona no sería buena presidenta, al no ser acompañado con la voluntad y la buena fe de todos, porque la conciencia y lo que somos, son lo mismo.
La única actitud asertiva para el 2024 y lo que sigue, será que cada uno cambie en el interior, en su alma, espíritu y conciencia. Demos vueltas ya.

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