Como lo comenté la semana pasada, seguiremos hablando de los llamados partidos políticos satélites o rémoras que son una realidad en la política mexicana, especialmente en el estado de Morelos, donde los líderes de estas agrupaciones son los propietarios de las franquicias locales. Estos partidos buscan líderes que les generen votos suficientes para lograr obtener diputaciones plurinominales y regidurías para sus amigos y allegados, hasta para sus parejas.
Es evidente que estos partidos no ponen candidatos ganadores, ya que su principal objetivo es mantenerse en el juego político para obtener beneficios personales y de sus allegados. Basta con revisar los listados de las diputaciones plurinominales de todos los partidos para darse cuenta de que muchos de los candidatos provienen de estas agrupaciones.
Es preocupante ver cómo estos partidos juegan a perder en las elecciones, ya que al no obtener victorias en las urnas, logran obtener beneficios a través de las diputaciones plurinominales y regidurías que les son asignadas. Es una estrategia maquiavélica que pone en evidencia la falta de compromiso con la democracia y el bienestar de la sociedad.
Es necesario que la ciudadanía esté informada sobre estas prácticas y exija transparencia en la asignación de cargos políticos. Los partidos políticos satélites deben ser señalados y cuestionados por su falta de compromiso con el bien común y su enfoque en obtener beneficios personales a costa del sistema democrático.
En definitiva, la presencia de los partidos políticos satélites en la política mexicana es una muestra de la corrupción y el clientelismo que aún persisten en nuestro sistema político. Es responsabilidad de todos los ciudadanos denunciar estas prácticas y exigir un sistema político más transparente y justo para todos.
Ponga usted mucha atención en esta elección y recuerde que en nuestras manos está la oportunidad de mandar a la basura a esos partidos que nos cuestan tanto dinero cada año y no nos ayudan a n absolutamente nada. Haga que su voto sea útil. Es mentira que haya más de dos aguas. Solo hay dos grandes propuestas de las que podría salir la nueva presidenta del país y en el caso de Morelos es los mismo: solo hay dos opciones y usted la conoce. Si opta por la tercera no solo estaría desperdiciando su voto, sino que además estaría propiciando que esas rémoras de la política sigan subsistiendo.