Pasó el último debate presidencial y no sucedió nada extraordinario, la doctora Claudia Sheinbaum ratificó lo que ya sabemos, su hegemonía sobre los otros dos aspirantes presidenciales. Al mismo tiempo Xóchitl Gálvez confirmó que no está preparada para enfrentar un debate de ideas y propuestas, menos para gobernar un país. Las conclusiones de ese último ejercicio del domingo pasado son contundentes.
Las preferencias electorales serias ponen con una alta diferencia porcentual a la doctora sobre la prianista, por esa causa estamos esperando que en 9 días el triunfo de la continuidad de la transformación se consolide. No hay elementos para pensar en otro escenario, aun cuando el bloque opositor ha ordenado una andanada de ataques mediáticos, de intentos desesperados para que sus comunicadores busquen confundir al pueblo de México diciendo mentiras tales como, que su candidata gano el debate o que ya esta arriba en las encuestas. La situación es que la realidad la pone de rodillas, vencida y sin posibilidades de poder aspirar a un lugar en la historia de este país.
En Morelos las cosas son similares, la candidata prianista esta desencajada, cancela eventos por falta de asistencia de simpatizantes, no logra permear entre el pueblo de Morelos, ante ello su reacción es la guerra sucia tratando de descalificar al contrincante e intentando la compra de conciencias. Trae en la mira a algunos liderazgos que piensa le pueden sumar votos a su causa, aunque la realidad es que no logra sumar nada y se sigue quedando sola.
Por el otro lado, la candidata de la transformación tiene eventos exitosos, ha ganado el territorio con trabajo y un gran esfuerzo para llegar a todos los rincones del estado, visitando y saludando a su pueblo. El caminar cercana a la gente, abrazar y sentir las necesidades en su punto y sin intermediarios, la pone en una condición de triunfo inminente este 2 de junio. La empatía y la honestidad es su característica esencial, la simpatía hacia su pueblo es natural y eso le permite conectar con el pueblo de manera natural, sin falsas poses ni caretas.
Margarita ya gano la campaña, solo falta ganar la elección en 9 días y así será porque en Morelos la gente prefiere la transformación. Morelos es un estado obradorista, un estado que sabe que este proyecto debe continuar y hacerse sentir aquí mismo. Sentar las bases de un estado transparente, honesto, que anteponga intereses colectivos sobre intereses personales. Un estado que apoye al campo para generar desarrollo y bienestar, que priorice la inversión para generar empleos mejor pagados, que genere mejores condiciones para el turismo, que tenga un plan de paz y mejores condiciones de seguridad. Eso representa Margarita porque conoce y ama a su estado, porque la gente sabe y reconoce que eso es lo que necesitamos para un mejor estado de bienestar.
Las encuestas de manera mayoritaria (las encuestadoras serias por supuesto) ponen a Margarita arriba en las preferencias electorales, la mas conservadora 11 puntos y algunas hasta por 25 puntos. Eso lo saben bien los prianistas y los tiene con una excesiva preocupación, por lo que los ataques en este cierre de campaña se van a intensificar intentando restar puntos a la puntera.
Es importante subrayar que a pesar de la intensidad de los ataques y del intento de compra de conciencias ciudadanas, los conservadores no logran convencer a nadie y la imagen de traidora de su candidata es una loza que tienen que cargar. Al parecer esa imagen será un aspecto importante en su derrota, además de todos los lastres que lleva consigo en una larga carrera de abusos y acciones que demuestran su arrogancia y soberbia en el servicio público, característica del político tradicional que solo en campaña sonríe, abraza, saluda y cuando logra el objetivo se olvida de quienes le apoyaron y sumaron voluntades para que llegara al cargo al que aspiraba. Así es la candidata prianista, pero lo importante es que el pueblo lo sabe y no lo olvida, por ello la desesperación comienza a subir de tono en el equipo conservador. Les quedan unos días más de sufrimiento, porque las posibilidades de subir en las preferencias electorales, están fuera de su alcance.