En todo el país, los maestros y maestras están mal pagados y perciben 17 por ciento menos que otras profesiones, con todo y que están al cuidado de nuestros hijos y son responsables de su formación educativa.
Estas son parte de las conclusiones de un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el cual precisa que, en promedio, los maestros de nivel básico perciben 10 mil 650 pesos mensuales.
Otro dato revelador del estudio del IMCO en el que se comprueba la discriminación por género es que las maestras ganan menos que los profesores, y cita en su estudio que por cada 100 pesos que percibe un maestro, las profesoras reciben 83 pesos.
El IMCO cuestiona también que en México hay menos maestros que los que disponen los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), lo que provoca que en cada aula haya un mayor número de estudiantes para un solo profesor, lo que mina la calidad en la atención a cada estudiante.
Otro de los aspectos que intervienen en detrimento de los maestros es que no se toma en cuenta que su esfuerzo no se restringe a las aulas dando clases. Aparte, tienen que dedicar varias horas más para preparar sus cursos y clases, la aplicación de exámenes y, por supuesto, tareas administrativas, lo cual se desbordó durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, en el que se implantó la llamada reforma educativa, que no solo para especialistas, sino para los propios maestros se trató únicamente de una reforma laboral.
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En efecto, el listado de trámites administrativos que debían presentar maestras y maestros para cumplir con los requerimientos de las autoridades educativas constituía una carga engorrosa, como si fuese con la intención de hartarlos a fin de desistir de sus plazas, o despedirlos si no cumplían con los requerimientos.
Este aspecto también es susceptible de ser medido, incluso a nivel internacional, como lo ha hecho el IMCO recurriendo a datos de la OCDE, que refiere que mientras en México los docentes dedican al año más de mil horas a sus actividades, en los países integrantes de esa organización internacional el promedio es de 700, y lo que es peor, con un menor salario.
Por lo pronto, los maestros festejarán su día primero sabiendo que no pesa ya la guillotina de la reforma educativa sobre sus cabezas, y que para el período 2024-2025 recibirán un incremento salarial del cuatro por ciento directo al salario, y dos por ciento por concepto de fortalecimiento salarial adicional.
El compromiso del presidente de la República es que ningún maestro o maestra en el país gane menos de 16 mil pesos al mes, y hacia allá van encaminados los esfuerzos, aunque a cuentagotas. Esto por cuanto hace a sus ingresos, pero para muchos profesores, otro de los temas fundamentales es analizar la calidad de los planteles y de los servicios básicos en ellos para acudir a una escuela para dar clases, como para después hablar del uso de nuevas tecnologías para el proceso educativo, lo cual se sigue viendo muy lejos.