Mientras Jorge Gamboa Olea se prepara para rendir su informe de labores bajo las severas, pero justificadas críticas de organizaciones de abogados, ahora son los colectivos los que reclaman que no ha habido solución a la mayoría de los más de mil 50 casos de feminicidio que siguen impunes desde hace más de diez años.
En la entrada del Tribunal Superior de Justicia, Berenice González, vocera del Colectivo Existimos porque Resistimos, reclamó al Poder Judicial la falta de resultados que se traduzcan en sentencias condenatorias no sólo a las víctimas de feminicidio, sino de justicia para las mujeres que han sufrido de diversos tipos de violencia y frente a los cuales no ha habido solución.
En el caso de los más de mil 50 feminicidios que no han tenido solución, los colectivos reclaman que muchos son casos que datan desde 2010, y hasta ahora no hay respuesta positiva de los impartidores de justicia ni explicaciones de la demora.
No se está juzgando con perspectiva de género y eso abre la puerta a la impunidad y que los delincuentes y feminicidas sigan actuando, porque no se hace justicia. Y lo mismo aplica al resto de las instancias estatales, que tampoco han hecho gran cosa por prevenir los feminicidios, afirma Berenice González.
Y la lista con algunos de los casos de los que no informará Gamboa Olea está conformada por los feminicidios de Dulce Karina Bolaños Nieves, Teresa Vega Cuéllar, Miriam Jazmín Díaz Hernández, Leslie Sabrina Calderón Ávalos, Ana Lilia González, Ana Karen Huicochea Garduño y Ana Luisa Garduño. Ellas son solo algunas de las mil 50 mujeres asesinadas desde 2010 en Morelos, en las que se reclama que no se ha logrado sentencia que dé un poco de tranquilidad y justicia a las familias.
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Las propias integrantes del colectivo Existimos porque resistimos colocaron a la entrada del Tribunal Superior de Justicia las imágenes que ellas mismas bordaron con el rostro de las mujeres víctimas de feminicidio a las que no se ha hecho justicia, en tanto que, paradójicamente, el edificio del TSJ luce con enormes mantas con el rostro sonriente de Gamboa Olea, en un extremo, y el cambio de pisos del inmueble en otra imagen, como elemento de su informe de labores en las que, desde luego, no solo está ignorado el tema de sentencias a feminicidas, sino la respuesta a los familiares de las víctimas.
“Hacemos un llamado de alerta para hacer expresa la importancia de escuchar las demandas sociales de miles de mujeres que exigen de las instituciones del estado una respuesta contundente para garantizar la vida libre de violencia a mujeres y niñas del estado de Morelos”, expuso Berenice González a nombre no solo de familiares, amigos y colectivos cercanos a las víctimas, sino de la justicia que el Tribunal parece no conocer.
Informe de labores de Gamboa Olea en el que la explicación de cómo ayudan pisos nuevos a hacer justicia a familias dolientes y revictimizadas sin respuesta durante más de una década tampoco será expresada por el presidente del TSJ, a la espera de que los magistrados elijan un nuevo titular del Poder Judicial interesado en el funcionamiento y modernidad de la institución y en servir a las víctimas.