Luego de que la inflación en México alcanzó el 7.36 por ciento, Víctor Samuel Márquez Vázquez, vicepresidente de la Central de Abasto Cuautla, indicó que este proceso de devaluación que se vive en la actualidad ha traído severas afectaciones al sector comercial, así como a la población en general, por lo que se prevé una caída económica considerable en el sector, esto aunado a la que ya se tiene desde el inicio de la pandemia por COVID-19.
Dijo que esta es la peor devaluación que se vive en los últimos 20 años, por lo que previo a la conclusión del 2021, el costo de productos de la canasta básica, así como algunos otros han sufrido cambios, lo que sin duda ha afectado la economía de los ciudadanos, no solo de los cuautlenses y morelenses, sino del país en general.
Por otra parte, lamentó que el incremento al salario mínimo no haya servido de nada, ya que dijo, con la inflación que se vive actualmente, el costo de los productos escala a paso acelerado, y esto hace imposible el poder acceder fácilmente a los mismos.
“Estamos viviendo la peor devaluación que hemos sufrido en 20 años, estamos hablando del 7.36 por ciento, es algo muy difícil, la situación es complicada y estamos viendo un alza generalizada en los precios, no hay productos que no estén subiendo y vemos que el aumento al salario mínimo no sirve de nada en esta escalada de precios y no se puede ni deben subir de manera desenfrenada”, añadió.
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Lamentó que esta situación esté causando una complicada situación económica, misma que se ha estado desestabilizando la economía del sector comercial, así como de la ciudadanía en general, por lo que llamó a la población a buscar las mejores oportunidades económicas y en la medida de sus posibilidades cuidar sus recursos económicos, ya que dijo, se prevé que la situación continúe complicándose aún más durante el paso de los meses.
No obstante, agregó que con la llegada de la cuarta ola de contagios por COVID-19, la situación económica podría complicarse aún más, ya que, de llegar a un semáforo amarillo o rojo, se correría el riesgo de que los negocios puedan cerrar nuevamente sus puertas, y eso sería contraproducente para el sector económico.
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