Morelos también está entre los primeros diez lugares nacionales con la muerte de niños, niñas y adolescentes en feminicidios, homicidios dolosos y con arma de fuego, en una escalada de violencia interminable, que trunca vidas apenas empezando a florecer.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), nuestra entidad ocupa el sexto lugar nacional en muertes de niños, niñas y adolescentes por arma de fuego, durante 2023.
De igual manera, el Secretariado revela que también durante 2023, Morelos ocupó el séptimo lugar nacional con feminicidios entre niñas y adolescentes, vidas truncadas sin mayor consideración por manos asesinas a las que no detienen la conciencia y mucho menos las autoridades.
No menos grave es el caso de homicidios dolosos en los que las víctimas son niños, niñas y adolescentes, debido a lo cual Morelos ocupa el octavo lugar nacional, de acuerdo con cifras de 2023 del SESNSP.
Por otra parte, con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), basadas en el más reciente censo poblacional en el país, realizado en 2020, Morelos registró poco más de 568 mil personas menores de 17 años.
Se trata de niños, niñas y adolescentes que también están en la mira de delincuentes, abusadores, feminicidas y asesinos acosando a un sector de la sociedad vulnerable, con amplias ventajas de consumar sus propósitos, debido a la escasa capacidad de prevención de las autoridades, dado el bajo número de elementos policíacos.
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A esto se suman las dificultades de que se les haga justicia, con una Fiscalía General tambaleándose, pues su titular ha estado en el ojo del huracán, entre acusaciones en los últimos cinco años y no hay avances y resultados en sus investigaciones, que incluso son puestas en duda, como ocurrió en el caso del feminicidio de una joven capitalina, Ariadna Fernanda, cuyo cadáver apareció en las inmediaciones de Tepoztlán.
Frágil sistema de justicia, por decir lo menos, porque colectivos que combaten en feminicidio denuncian que a este tipo de asesinos no se les aplica la pena máxima de 70 años y que incluso los criminales sentenciados apelan y podrían ser beneficiados con la reducción de sus condenas, como se reclama en el caso de Andrea Morán.
Son porcentajes solamente y el sitial que, por desgracia, Morelos ocupa en el plano nacional en cuanto a la prevención y seguridad, la salvaguarda de la vida de los niños, está por los suelos. Y eso también ocurre en lo que respecta a la persecución de sus asesinos, lo mismo que en las sentencias que emiten los jueces, cuando alguno de los criminales llega a esa instancia. En tanto, las autoridades estatales piensan que regalar un juguete a los pequeños y adolescentes que aún están entre nosotros es suficiente.