Los debates de aspirantes a cargos de elección popular, ya sea a la Presidencia de la República o a la gubernatura, se han convertido mas que en propuestas para enfrentar los retos del país o del estado, en plataformas de agresión y acusaciones mutuas, que en buena medida carecen de sustento y pruebas. Nos parece que el primer debate de presidenciables fue mejor que este último.
En lo local vimos lo mismo, la oposición basando su estrategia en golpes bajos y descalificaciones, aunque del otro lado, y en el caso muy específico del estado, una posición incomoda porque ni cómo presumir buenos resultados del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, que francamente ha sido un fiasco y vergüenza, así que ni cómo apoyarse en él.
ROBERTO CARLOS: GOLPE A TODOS
Por otro lado, condenable el asesinato del compañero y excelente amigo y persona, Roberto Carlos Figueroa, este fin de semana; el artero crimen ha sido un golpe directo a todo el gremio periodístico, y es importante que las instancias competentes actúen de inmediato contra los responsables.
No corresponde a nosotros acusar a nadie sin los elementos necesarios, sin embargo, dada la coyuntura en la que se da un proceso electoral, es muy probable que tenga que ver con el tema; es decir, un secuestro y ejecución por encargo de algunos políticos involucrados en las campañas y ello, en función de los contenidos que producía este singular personaje al que de cariño, le decíamos "el puerco" y aunque usted no lo crea, hasta le gustaba. Era agradable convivir con él.
Esta vez la Fiscalía General de Justicia, a cargo del graquista Uriel Carmona, ¿hará algo para buscar esclarecer el abominable delito? Eso esperamos, de otra manera podríamos especular en el sentido de que los culpables intelectuales -que por ahí va la cosa- son de la misma pandilla del cártel de los gracos.
Cómo gremio, demandamos la inmediata investigación y no parar hasta castigar a los criminales. Cómo periodistas sabemos cuándo se nos quiere engañar; no aceptaremos "chivos expiatorios" como acostumbra "resolver" la fiscalía, el trabajo en este caso tiene que ser creíble.